Acoplamiento automático espacial chino fue un éxito
Evaluación. Científicos en Pekín están exultantes

Tras las imágenes difundidas el lunes del primer acoplamiento espacial en modo automático con astronautas a bordo, quienes además consiguieron entrar en un módulo, preludio de una futura estación espacial, aquéllos superaron ayer la barrera de las 24 horas.
Desde México, el presidente Hu Jintao podía jactarse con razón del buen éxito de los responsables de Shenzhou IX, estimando que el dominio de la técnica de acoplamiento en el espacio era “crucial” para disponer a término de una estación orbital como la Estación Espacial Internacional (ISS). El programa de vuelo chino se propone de aquí a una década dotar al país de una estación orbital en la que una tripulación pueda vivir de forma autónoma durante varios meses, según el modelo de la exestación rusa Mir o de la ISS.
Alunizaje. Paralelamente, China participa en una carrera hacia la Luna, y espera ser el primer país asiático en pisarla. En el marco de su programa Chang’e, ya envió con éxito dos sondas lunares, en 2007 y 2010.
La tripulación ensayó la maniobra 1.500 veces en tierra, acción delicada cuando las dos naves giran alrededor de la Tierra a unos 28 mil km/h y cuando pueden destruirse mutuamente en caso de colisión.
El dominio de la técnica de acoplamiento espacial en órbita alrededor de la Tierra es una etapa crucial en la conquista del espacio, dominada por Rusia y EEUU ya en los años sesenta. Entre los tres astronautas a bordo de Shenzhou IX se encuentra Liu Yang, la primera mujer china enviada al espacio. Una heroína para más de 1.300 millones de sus conciudadanos.