Artistas subastan obras para ayudar a Juan Carlos Achata
La subasta ayudará al artista, un apasionado por el Illimani, a costear el tratamiento que debe cumplir para superar un problema hepático, informaron los organizadores.
Un grupo de destacados artistas subastará sus mejores obras para ayudar a Juan Carlos Achata, quien requiere de recursos económicos para poder superar su delicado estado de salud. La subasta se realizará a las 19.00 de hoy martes en la galería Alternativa de La Paz (calle René Moreno J25, San Miguel.
Entre los cuadros a ser subastado está La casa celeste de Guiomar Mesa, varias fotografías de Keiko Gonzales, acuarelas del propio Achata, además de trabajos de Roberto Mamani Mamani, Angeles Fabri, Gastón Ugalde y Alfredo La Placa. También se cuentan trabajos en cerámica y esculturas.
La subasta ayudará al artista, un apasionado por el Illimani, a costear el tratamiento que debe cumplir para superar un problema hepático, informaron los organizadores.
Achata, de acuerdo con el Diccionario Cultural de Elías Blanco, realizó estudios en la escuela de Artes ‘Hernando Siles’ y en la carrera de artes de la UMSA (1985). Participó de los grupos ‘Kurmi’ y ‘Conarte’. Realizó exposiciones individuales y colectivas desde 1982. Ha visitado galerías de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Lima, Santiago de Chile, Nueva York, Denver, Panamá, Coyacán (México) y París. Su especialidad es el acrílico y es catalogado como un artista cinético (imágenes con efecto de movimiento).
En 1989, el crítico pedro Querejazu comentó anotó sobre su trabajo: “Achata es un joven artista que tiene capacidad y muchas posibilidades, además de que trabaja mucho y disciplinadamente, lo que es poco frecuente en su generación. No obstante está equivocado el camino, pues la abstracción y el informalismo son traicioneros. Extraño el trabajo de Achata de hace cinco años con esos magníficos paisajes altiplánicos muy bien analizados y desarrollados”.
El también pintor Gil Imaná ha comentado: «Achata se enfrenta al altiplano para crear paisajes cinéticos de uno colorido rigurosamente estudiado».
Armando Soriano Badani dejó escrito en 1993: “Achata más que un descriptor rutinario, sumiso a la copia, es un intérprete con originales virtudes. La polifacética visión de su serie del Illimani, muestra disposición interpretativa de la mágica montaña que aparece con el encanto de sus múltiples apariencias plásticas”.