Kilims turcos inspiran un jardín en Bruselas
Tradición. La Grande Place quedó inundada de colores
Las famosas alfombras turcas, Kilims, sirven de inspiración por primera vez para la creación del tapiz floral que se instala cada dos años en la Grande Place de Bruselas, con lo que el centro de la capital se inunda de colores durante tres días. Colores vivos y tonos pastel decoran el pavimento de esta famosa plaza de la capital belga con su tradicional alfombra de flores, que este año celebra su edición 19.
En esta ocasión, “el tapiz es una confluencia entre Turquía y Bélgica, para celebrar los cincuenta años de la inmigración turca en el país”, explicó a EFE el coordinador del tapiz, Koen Vondenbusch.
Más de 6.000 begonias dibujan una alfombra de 1.800 metros cuadrados, inspirada en los patrones geométricos de los famosos Kilims de Turquía. Estos tapices son variados e incluyen motivos florales o animales, que representan y simbolizan mitos y creencias, como la fecundidad, la alegría, la felicidad o incluso la protección contra el mal de ojo.
Los visitantes podrán contemplar el colorido de las begonias, procedentes de Gante, y hasta tomar, previo pago, una vista panorámica desde el balcón del Ayuntamiento, el cual también se decoró para la ocasión y cuenta con una exposición floral.
Desde el jueves los más de cien voluntarios participaron durante casi siete horas en la minuciosa y coordinada colocación de la alfombra bajo la atenta mirada de vecinos y turistas. La primera vez que el corazón de la ciudad albergó un tapiz floral fue en 1971, aunque no fue hasta 1984 cuando se estableció como acontecimiento bienal.
El arquitecto paisajista Etienne Stautemas, que estudió Horticultura en la Universidad de Gante, fue el primero en diseñar la alfombra en la capital belga, tras dos décadas experimentando en la creación de tapices florales.
El paisajista, luego de años realizando este tipo de creaciones, llegó a la conclusión de que los grandes tapices urbanos podían ser un excelente vehículo de promoción no de su capital, sino de las flores belgas más populares: las begonias. Este tipo de flores son elegidas para la creación de tapices por sus cualidades de “robustez, resistencia a la intemperie y el sol”.