Cómo sonaría The Band hoy?
El consagrado álbum The Basement Tapes (1975) presentó un manifiesto musical, tanto en aspectos creativos como discursivos. The Band se ponía a la altura de Bob Dylan para ofrecer un grupo de canciones que presentó lo que muchos asumen el epítome de la estética folk-rock propuesta por Dylan en Highway 61 revisited (1965).
De igual manera, la gira promocional Rolling Thunder Revue (1975–1976) esbozó el camino que el folk rock y la Americana seguirían hasta nuestros días. Una historia que hasta hace poco se asumía apócrifa, narró la existencia de un grupo de canciones escritas por Dylan hacia 1968 y que fueron perdidas en el transcurso de la grabación del disco.
Dos años atrás se publicó una noticia en la web de Rolling Stone magazine, haciendo referencia al fortuito hallazgo de este legajo de líricas escritas por Dylan. Hubo dos opciones: compilarlas en un libro o convertirlas en canciones. La publicadora propietaria del material optó por la segunda alternativa y contrató al productor T-Bone Burnett, el maestro impresionista del género Americana.
Burnett conformó un equipo de ensueño, compuesto por grandes artistas del género: Elvis Costello, Marcus Mumford, Jim James, Rhiannon Giddens, Taylor Goldsmith y Dawes. Había nacido The New Basement Tapes para grabar y musicalizar los temas que conforman Lost on The River.
El trabajo de modernización del sonido es evidente, en ningún pasaje hay semblanza alguna al álbum de 1975, algo que la crítica especializada asumió erróneamente como referencia temprana. La habilidad de Burnett explota en todo su esplendor al combinar los sonidos particulares de cada uno de los integrantes. El resultado es ampliamente dinámico, lejos de la monotonía que el género folk tiende a forzar. Coexisten varios estados de ánimo y una amplia gama de colores con sus respectivas tonalidades. Un álbum que recomiendo a los seguidores del folk, a los cultores de Dylan y a los que se preguntan cómo sonaría The Band de no haberse separado hace casi 40 años.