El Coro Proletario de Perú levanta la voz en favor de los derechos de los obreros
Integrado por doce trabajadores, el Coro Proletario trata en sus canciones temas como la siniestralidad laboral y la vida del obrero.
Desde 2008 el Coro Proletario de trabajadores de la construcción se reúne cada semana en la sede principal de su sindicato, en el barrio limeño de La Victoria para entonar canciones como «El constructor» o «El obrero mundial», que exigen más derechos laborales, y se prepara para grabar su primer disco.
El nacimiento de su grupo fue «casual» y ocurrió mientras la Federación de Trabajadores de Construcción Civil (FTCCP) desarrollaba un curso de formación en seguridad y salud, según explica a Efe el secretario cultural y educativo de esta entidad, Geremías Escalante.
«En el transcurso de esta formación uno de los compañeros comenzó a cantar espontáneamente y surge la idea de construir un coro», puntualiza.
Integrado por doce trabajadores, el Coro Proletario trata en sus canciones temas como la siniestralidad laboral y la vida del obrero.
El director musical del grupo y difusor cultural peruano, Piero Bustos, relata que el proyecto inicial era «cantar el himno rescatado de la Federación por su cincuenta aniversario (en 2008), para esto se convocó a un grupo y esa fue la primera base».
El «Himno de construcción civil» habla sobre «el honor al trabajo y a la clase» y los miembros lo entonan con orgullo en el salón de la federación donde ensayan una vez a la semana.
Ocho años después, el Coro Proletario se presentará en los próximos días en el Congreso de Perú por iniciativa del parlamentario Manuel Dammert y prepara su primer disco de estudio, que ya cuenta con cuatro canciones grabadas y estará a la venta a finales de año, asegura Bustos.
Bustos habla de «la madurez» del coro en estos años, «sobre todo en las cuestiones de disponibilidad porque es cierto que no todos invierten su tiempo en algo que no sea más que descanso después de la jornada laboral», resalta.
Su repertorio se compone de himnos populares de izquierdas, valses y huaynos, un género musical peruano caracterizado por sus letras alegres y festivas, y para su director, la etapa más importante del coro fue cuando los participantes se animaron a componer canciones propias.
El compositor principal, José Callao, comenta que «todo inspira para poder componer», relaciona sus canciones con sus vivencias como obrero, con la familia y su papel en la sociedad y afirma que el estado de ánimo alegre «es esencial» para cumplir con esta tarea.
El gremio de la construcción es uno de los más nutridos en Perú, y cuenta con unos 250.000 trabajadores de los cuales 130.000 están afiliados en los 165 sindicatos y las 17 secciones regionales que forman parte de la FTCCP, según este organismo.
Bustos dice que «ha habido arte en los sindicatos en los años 30, en los años 70, pero que yo sepa nunca había existido algo así», en referencia al coro.
Uno de los integrantes del grupo, Víctor Castillo, afirma que se siente «muy orgulloso» de pertenecer a él, considera que sus canciones son «una voz de los trabajadores».
Castillo, que perteneció a un conjunto musical en su barrio y a quien «siempre» le había gustado la música, explica con orgullo que canciones como «A la huelga» suenan, sobre todo, en las movilizaciones organizadas por sus compañeros.
Otra de las voces es la de Rodolfo Sandoval, que recuerda que al principio no quería formar parte del coro «por la voz que tengo», pero con su tono fuerte es capaz de lanzar arengas y dar un tono aún más reivindicativo al grupo.
Consignas como «¡viva la construcción civil!» y «el pueblo consciente jamás será sirviente» suenan entre medias de los cánticos y Sandoval se muestra «contento de llevar la cultura a otros gremios».
Dentro del coro esperan que se unan más trabajadores: «las puertas están abiertas a todos y en las asambleas siempre pedimos a los compañeros jóvenes que se integren», afirman.