El patrimonio cultural de Albania se ve amenazado por saqueos y excavaciones
Por todas partes se ven agujeros en la tierra, y el suelo está cubierto de restos de cerámicas, testigos de una excavación ilegal.
El arqueólogo Skender Mucaj muestra una concha que encontró en un agujero excavado por buscadores de tesoros ilegales en las ruinas de la Iglesia de Santa María en Brrar. Foto: AFP.
En las ruinas de las antiguas ciudades de Albania, los ladrones de tesoros cavan, con una impunidad casi absoluta, en busca de oro, plata o piezas arqueológicas raras que luego puedan vender, lo que indigna a los investigadores.
En la región de Korçë, en el sureste de este pequeño país de la península de los Balcanes, los restos de Hija e Korbit, una importante ciudad de la antigüedad, están cubiertos de vegetación.
Ninguna administración protege este sitio arqueológico con varios milenios de antigüedad.
«Excavan en cualquier parte con la esperanza de encontrar oro, plata y otros objetos de valor», explica a la AFP un vecino de la zona, Axhem Lagështari, de 60 años.
El hallazgo en la zona en 1980 de 618 monedas de plata (algunas de Alejandro Magno), probablemente del siglo III antes de nuestra era, atrae a los ladrones de tesoros.
Esta zona montañosa guarda un importante patrimonio formado por necrópolis, fortificaciones y otros vestigios que datan desde la Edad de Bronce a la Edad Media. Los arqueólogos afirman que casi todos los sitios han sufrido excavaciones ilegales.
«El problema es especialmente preocupante en Hija e Korbit (en Korçë), una importante ciudad que no fue aún excavada por los arqueólogos», se lamenta Rovena Kurti, jefa del departamento de Prehistoria del Instituto de Arqueología de Tirana (capital de Albania).
Destrucción de pruebas científicas
Los saqueadores trabajan de noche con palas, picos y excavadoras. En las redes sociales, no faltan los anuncios para comprar detectores «de oro, plata y objetos de valor».
Con su acción, «dañan el sitio y roban el patrimonio», explica Rovena Kurti.
Pero también impiden a los científicos recopilar datos y dar un contexto a los objetos, que les ayude a entender la época, cuenta Cécile Oberweiller, que dirigió una misión arqueológica en Korçë.
Al noreste de Tirana, en Brrar, el estado ruinoso y los agujeros en las paredes desfiguran una iglesia de entre el siglo XI y XII y dan cuenta de la codicia de los saqueadores.
Y, en el suelo, alguien cavó hace poco. Sin embargo, esta iglesia está inscrita en el patrimonio cultural del país y debería estar protegida.