‘Crianza mutua’ y alimentación son el menú de la RAE
La actividad académica se desarrollará del 22 al 26 de agosto en La Paz.
Alimentación y cultura se resaltará en la reunión de etnología de este año.
Imagen: MUSEF
Una profunda investigación sobre la alimentación que data de épocas precolombinas, realizada en diferentes lugares del territorio boliviano, será presentada en la 36 Reunión Anual de Etnología (RAE), del 22 al 26 de agosto.
En el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) se inaugurará la actividad, que busca fusionar investigaciones académicas con la práctica de producción de alimentos de las comunidades indígenas. El lunes 22 se presentará un catálogo de 500 páginas, elaborado por el espacio cultural, que contiene información de las formas de producción y consumo de alimentos en las regiones originarias bolivianas.
“El contenido de este catálogo es de toda la crianza mutua de la alimentación del Estado, dividido en las partes arqueológica, histórica y etnográfica. Si queremos hacer un buen estudio, hay que acercarse a los lugares; tenemos que saber las lenguas, conocer los territorios”, señaló la directora del museo, Elvira Espejo, en el streaming de Piedra, papel y tinta, conducido por la directora de LA RAZÓN, Claudia Benavente.
La gestora dijo que en el proceso de la investigación se topó con una terminología machista predominante, en la que el hombre es visto como el ser superior y el responsable de la domesticación de animales y plantas.
HISTORIA.
“Hay que autocuestionarse sobre ello, y con la trampa de la traducción no entramos en la estructura de la investigación. Entonces, entramos a la estructura lingüística y, por ejemplo, encuentro términos como wiwaña en aymara, wiway en quechua y ñandereko en guaraní, que significa la ‘crianza mutua’, por lo que se ve una estructura más equilibrada; no hay ese tema del machista domesticador, sino de hacer los cuidados máximos para tener materia prima y productos”, explicó la también artista.
La directora del Musef hizo referencia a algunos productos específicos y su importancia en la alimentación, que tienen derivados y una forma de producción de alta tecnología con procedimientos creados desde antes de la irrupción española en América.
“En la parte arqueológica, por ejemplo en la región lacustre, que fue excavada por arqueólogos de Norteamérica, un estudio científico encontró fragmentos de ollas de cocina, que contenían semillas de totora; eso implica que antes se las consumía de alguna forma y con diversos procedimientos. Se desconoce si las convertían en harina o las tostaban”, contó.
Sobre lo histórico, Espejo habló de la producción de 26 variedades de yuca, existentes en las tierras bajas y que, sorprendentemente, gracias a la crianza mutua, se produce hace cientos de años en el lugar, al igual que el camote.
En relación a la caya, tubérculo andino, sostuvo que es un cereal derivado de la oca, que se la congela y se la lleva al agua, donde permanece varios días para que el líquido extraiga todo lo congelado y lo alimente de sus minerales. El proceso de secado es similar al del chuño, por eso toma un color oscuro y puede ser almacenado durante 20 años sin descomponerse o pudrirse.
“Otro tema importante es el tarwi, que tiene el doble de calcio que la leche de vaca, que en su crianza es más dañina. Entonces, es muy importante reivindicarnos en este tema como país, conocer los derivados del tarwi, porque además de consumirlo como galletas o leche, fertiliza la tierra y no daña la capa de ozono. Se recomienda más tarwi y menos leche de vaca”.
La alimentación, según Espejo, debe tener un equilibrio, en el que se consuma fibra y hierbas, como se hace en el altiplano, con el consumo, por ejemplo, de la papa a diario y en variedades como la tunta o el chuño.
PARTICIPACIÓN.
“En el caso del chuño, se usa igual la tecnología de congelar la papa, sobre todo en la época de la helada, en junio y julio. Hay procedimientos distintos; para la tunta se tiene otro procedimiento, el secado es a la luz de la luna y no debe recibir los rayos del sol; en cambio, el chuño si es secado al sol, por eso es más oscuro y tiene otro contenido alimenticio”, dijo.
De la misma forma, habló de las ventajas de la crianza de camélidos en reemplazo de ovejas, y del consumo de quinua, cereal que es comercializado en grandes cantidades en la actualidad, pero que no existe variedad de sus derivados en los centros de abasto y supermercados.
“El pequeño productor hace galletas de quinua, pero en un supermercado no se encuentra estos derivados, mientras que en Europa, sí. Algo que me sorprendió de la planta de la quinua es el uso de la saponina, una sustancia de los tallos que se convierte en jabón o shampoo; las hojas tienen hierro y es como consumir espinaca, en las comunidades hacían ensaladas con esas hojas”, dijo.
Espejo hizo la invitación a la actividad que se desarrollará la próxima semana. La participación virtual es gratuita a través de las redes sociales del Musef, mientras que para los interesados en acceder a las actividades presenciales, el precio es de Bs 40 para profesionales y Bs 15 para estudiantes. Se entregará certificados con carga horaria.