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Eddy Kenzo, ugandés nominado al Grammy, exalta el triunfo sobre la tragedia

Eddy Kenzo es el primer nominado ugandés a un Grammy. Foto: AFP

Eddy Kenzo es el primer nominado ugandés a un Grammy. Foto: AFP

Huérfano y desamparado, Eddy Kenzo sufría para convencer a los locutores que difundieran sus canciones en los programas radiales. Pero el primer nominado ugandés a un Grammy dice que su éxito ofrece la esperanza de que cualquier persona, incluso la más pobre, puede triunfar.

Nominado a un Premio Grammy por la Mejor Interpretación Musical Global, Kenzo, cuyo nombre real es Edrisah Musuuza, dice que el anuncio lo dejó «sin habla».

«No puedo expresar mis sentimientos, es como su sueño», declaró a AFP el artista de 33 años durante una emotiva entrevista en su estudio en Kampala.

«La nominación debería dar esperanza a los desfavorecidos», afirmó.

«Incluso los más pobres y humildes lo pueden lograr (.) Si yo pude, ellos también pueden».

De padre ugandés y madre ruandesa cuya familia fue parte de las víctimas del genocidio de 1994, la infancia de Kenzo estuvo marcada por la tragedia luego de sus padres murieron por enfermedades cuando tenía cuatro años.

Para cuando era adolescente, dormía en las calles de Kampala, muchas veces pasaba hambre.

«Yo sufrí siendo niño», contó.

Su amor por el deporte y la música lo motivaron a seguir, y para 2008 había reunido fondos para salir de la calle y lanzar su primera canción, «Yannimba» («Me engañó» en lengua luganda).

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Faro de esperanza

Pero era una lucha. Sin patrocinadores, los locutores radiales ignoraban sus pedidos de tocar sus temas en radio.

Pero dos años después de su debut, su sencillo «Stamina» fue un éxito que llegó a dominar las radios y no podía faltar en fiestas privadas y discotecas.

En 2011, Eddy Kenzo ganó el premio al Mejor Artista Nuevo en los Premios Musicales Perla de África.

Su perfil mundial creció con el lanzamiento de «Sitya Loss» («No temo perder») en 2014 – un tema animado que recuerda su infancia traumática y exalta el poder de la resiliencia.

«Mi sueño era hacer felices a las personas. Cuando alguien baila o se alegra, se sienta bien, ríe, se siente amada, sacude el estrés y olvida lo deprimente del mundo», dice.

«Yo también quería ser un faro de esperanza para la gente desesperada de que, sin importar sus problemas actuales, cualquiera puede tener éxito en la vida», expresó.

En los años siguientes ganó varios premios por su mezcla de dancehall y afrobeat.

Cuando se anuncien los Grammy el 5 de febrero en Los Angeles, podría llevarse a casa un nuevo reconocimiento por «Gimme Love», su tema en inglés y luganda en colaboración con el estadounidense Matt B.

En la misma categoría está nominado el músico nigeriano de afropop Burna Boy, entre otros.

«Si gano será un honor para mis aficionados, mi cultura y todos los que han tocado mi vida», afirmó.

Abrir caminos

Pese a su ascenso meteórico, este padre de dos hijos no olvida sus orígenes humildes y dice que quiere abrir el camino para otros como él.

Por ello fundó Big Talent Entertainment, un estudio de grabación situado en un barrio pobre de Kampala donde ayuda a niños y niñas de barriadas vecinas a desarrollar su talento musical.

El día que estuvo AFP, una docena de niños en una pausa de sus lecciones musicales comían arroz, carne, vegetales y guiso en platones de metal.

Está lejos del brillo y el glamour de los Grammy, pero Eddy Kenzo dice estar decidido a no dejar que el éxito internacional lo cambie.

Por un lado, piensa seguir produciendo música en su lengua natal, pese a que en inglés tendría un público más amplio.

«Quiero promover mi cultura y mi país por la música», dice.

«No es que no pueda cantar en inglés, sino que quiero ser quien soy».