Carnaval de Oruro en escena: su origen y evolución según Maurice Cazorla
El experto es miembro del Comité Departamental de Etnografía y Folklore de Oruro, quien, en contacto con La Razón Radio, resaltó los procesos históricos para entender el desarrollo de la fiesta.
El investigador Maurice Cazorla habló sobre los aspectos del Carnaval de Oruro. Foto: Captura La Razón
El origen y la evolución del Carnaval de Oruro, así como los elementos por los cuales la Unesco declaró a la festividad como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, fueron desglosados por el investigador Maurice Cazorla.
El experto es miembro del Comité Departamental de Etnografía y Folklore de Oruro, quien, en contacto con La Razón Radio, resaltó los procesos históricos para entender el desarrollo de la fiesta.
Respecto al origen del Carnaval, tomó en cuenta el periodo prehispánico. “El que se denomina muy acertadamente como el sector de la Serranía sagrada de los Urus, ha sido siempre un lugar religioso, desde mucho antes de que llegaran los españoles”, dijo.
Cazorla contó que allí se veneraba al dios protector de los Urus, al que en el periodo de la lluvia se le pedía una buena cosecha. Eso se relacionaba con la diosa Aurora, que es la “estrella de la mañana”, los primeros rayos de sol.
“De ahí que cuando llegaron los españoles vincularon esta deidad precisamente a la Virgen María, porque de alguna manera la Virgen de la Candelaria también es la virgen de la luz; y la advocación de la Virgen del Socavón es la Virgen de la Luz”.
Ahí se presentó el sincretismo entre lo prehispánico, colonial y religioso; se consolidó como un solo proceso cultural. Esto es lo que se ve en la actualidad.
“Y como un proceso importante es que esta experiencia cultural no es particularmente del Carnaval, porque esta comienza el domingo, una semana después de Todos Santos, con el primer convite y termina en Domingo de Tentación”, explicó.
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Vínculo
A partir de ese tiempo fue evolucionando con la participación de diferentes personajes. “Si antes eran las comunidades Urus que se concentraban en San Pedro de Challacollo para venir a la ciudad, después esta fiesta, dedicada a la Virgen de la Candelaria, se urbanizó”.
El estudioso explicó que, “lamentablemente con las diversas actividades económica, muchas cosas han cambiado, y en el siglo XIX con la crisis en la minería, los artesanos se hacen cargo de esta fiesta. Hay un periódico de 1868 que nos muestra tal registro con cuatro danzas: diablos, incas, morenos y chunchus”.
Posteriormente, con el influjo de la minería, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los artesanos tuvieron que dedicarse a esa actividad; por lo que fueron los gremios, los comerciantes de coca y de carne, los mañazos y los matarifes los que se hicieron cargo de la fiesta en esta región. Esta figura se mantuvo hasta la Guerra del Chaco.
“Después, todos los que fueron a la guerra sintieron ese vínculo con las comunidades. Hubo un interés de parte de la clase media de empezar a involucrarse en la cultura popular y tradicional. De manera que en los años 40 empiezan a meterse en el gremio de los mañazos para ser parte de esta expresión cultural”.
Cazorla indicó que 1942 es la primera vez que la gente clase media danzó, y que eso cambió para siempre el Carnaval de Oruro, “porque le dio un nuevo impulso, una nueva manera de ver el Carnaval. Porque tenía un poco más de ingresos y mejoraron los trajes y caretas, y la presencia de las bandas fue mucho mayor, porque ya no sólo hubo instrumentos autóctonos”.
Patrimonio
Ello llevó a Oruro a proclamarse como sede del carnaval folklórico de Bolivia, en 1964. Luego, en 1970 se declaró a Oruro como Capital Folklórica de Bolivia, y en 1983, la declaratoria se cambió a rango de ley, como Capital del Folklore. “Porque no solamente es una actividad folklórica, sino que aquí también se realiza investigación, promoción, estudio, registro, conservación. Y además, que el proceso del Carnaval no es lo único, sino que viene desde el primer convite, hasta el Domingo de Tentación”.
De acuerdo con el experto, todo eso es lo que la Unesco declaró, en 2001, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Como complemento, Cazorla se refirió a las leyendas del carnaval sobre el ‘Chiru Chiru’ y el ‘Nina Nina’.
“Sobre la famosa leyenda de Anselmo Belarmino, el ‘Chiru Chiru’, hay un aditamento interesante. Según su registro, se comenta que desde 1789 comienza este proceso de peregrinación”. Pero recientemente el investigador de Oruro Javier Cárdenas hizo un aporte para demostrar que la capilla de la Virgen del Socavón ya existía desde 1740, según contó. Ello indica que ese proceso devocional fue mucho anterior.
Leyendas
No obstante, pidió recordar que se trata de una leyenda, por lo que en este tiempo se ha ido mostrando y publicando información para demostrar el proceso de antigüedad del entorno.
Así también, sobre la leyenda del ‘Nina Nina’, “Emeterio Villarroel, en 1818, recoge una historia interesante. Un bandolero que, cuando fue herido, fue auxiliado por la virgen en el hospital de San Juan de Dios”.
Cazorla manifestó que, si bien estas historias costumbristas fortalecen el proceso del Carnaval, lo más importante es que fueron parte de una devoción que se arraiga en lo urbano y que antes era de las comunidades. Por ello, es importante vincular esos procesos históricos para entender el desarrollo.
“Nuestro interés que todos conozcan esta entrada que no es el Carnaval, el Carnaval es el domingo. Pedimos que respeten nuestras tradiciones y entiendan lo que hacemos. No es por capricho”, aseguró la reconocida personalidad orureña. La justificación es que el proceso devocional a la Virgen del Socavón, con estos ritos y costumbres, solo ocurre en Oruro.
En el calendario de la fiesta, hoy se trata del Sábado de Peregrinación, la entrada folklórica que reunirá a 52 conjuntos, 18 especialidades de danza y música, y unos 60.000 danzarines y casi 10.000 músicos.