Icono del sitio La Razón

Pedro Susz añora a Norma Merlo: ‘Hay que seguir dándole a la matraca’

susz

Norma Merlo y Pedro Susz. Foto: Captura.

Pedro Susz contó que uno de sus “grandes goles” de la vida fue haber conocido a su esposa Norma Merlo, con quien construyó una relación de 47 años, hasta que lo dejó en la soledad un 14 de marzo de 2021.

A tres años de su muerte, Pedro, aunque es agnóstico y no cree en ninguna deidad, conversa con la fotografía de Norma todos los días, en dos ocasiones: al despertar, a las 05.50, y al acostarse, a las 22.30.

“Lo primero que hago cuando me levanto es hablar un ratito con la foto de Norma. Y lo último que hago, antes de ir al sobre, es despedirme de Norma”, contó en entrevista con Claudia Benavente, en Piedra, Papel y Tinta.

Confesó que aprender a vivir en soledad no le fue fácil porque, en ocasiones, su dolor se agudiza con el paso del tiempo. “Lo siento con mayor pesar y tengo unos altibajos anímicos muy grandes que no me resultan fácil superar”.

“Como le digo a los demás y me tengo que decir: ‘Hay que seguir dándole a la matraca’”, contó emocionado, al borde de las lágrimas.

Recordó que cuando Norma partió, todos sus allegados le dijeron que se mude de casa y que cambie todo para no recordarla y superar el dolor rápidamente. “No he cambiado nada, no me mudé. Norma sigue estando presente conmigo”, dijo.

Al rememorarla, relató cómo la conoció. Fue en el Centro de Cultura Experimental en Buenos Aires, Argentina. Pedro, Norma y otros miembros vivían en una comunidad hippie y compartían todo.

En esos tiempos —según dijo— “no se le daba mucha bola”, hasta que un día Pedro fue a tomar fotos de una obra en la que participaba Norma. “¡Zas! Eso fue, quedé enganchado para los venideros 47 años que vivimos juntos”.

Para Susz, su esposa fue fundamental en la construcción de la Cinemateca Boliviana. “(Ella) se ocupaba de llevar y recoger los rollos de las películas y se encargaba de dejar la cartelera en los periódicos”.

Su esposo la recuerda con orgullo y cuenta que Norma “tenía un talento indudable para personificar a cualquier personaje”. Pedro confesó que ella siempre decía que el mejor papel que hizo en su vida fue su interpretación de Juana Azurduy.

“Ella siempre decía que en Argentina nunca hubiera tenido la oportunidad de desarrollarse como lo hizo en Bolivia; aunque en Argentina trabajó con figuras de renombre mundial”, recordó. 

También contó que su esposa tuvo una infancia muy dura porque fue abandonada en la calle a los pocos meses de nacer. De la intemperie, la recogió una familia que la crió en pueblito de Necochea en Buenos Aires, Argentina.

“Eso la marcó decisivamente”, afirmó.

Norma (Buenos Aires, 1934-La Paz, 2021) fue una actriz, asistente de dirección, directora de teatro y televisión. Recibió reconocimientos por sus trayectoria artística y apoyo a la cultura en Bolivia.

Lea también: Pedro Susz, un hombre de rituales