Australia combate los incendios forestales en Nueva Gales del Sur, alimentados por el calor y los fuertes vientos, bajo condiciones de “catástrofe” que amenazaban a las viviendas y obligaban a evacuaciones, aunque aún no se hallaron muertos.

Más de 130 incendios ardían en todo el Estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, 40 de ellos totalmente descontrolados, declaró el comisionado del Servicio de Incendios Rurales Shane Fitzsimmons. “No hay condiciones peores que éstas, estamos al nivel de catástrofe”, dijo.

El nivel de “catástrofe” significa que los siniestros serán incontrolables, impredecibles y avanzarán rápidamente, de modo que la única alternativa es la evacuación de los habitantes de esas regiones.