El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llega a la mitad de su mandato con el índice de popularidad más bajo y con su antecesor en la Presidencia, Álvaro Uribe, a la cabeza de la oposición.

La caída de su popularidad, que pasó de alrededor del 80% al 47% a causa de un aumento de la percepción de inseguridad en el país es, de acuerdo con analistas, el que le pondría difícil la reelección en 2014.

Para el politólogo Fernando Giraldo, de la Universidad Javeriana, la estrategia de seguridad de Santos no es muy diferente a la que desempeñó  precisamente como ministro de Defensa de Uribe, pero tiene un enfoque más complejo.

Seguridad. “Creo que el Presidente se preocupa por conquistar más la paz que la seguridad misma”, indicó y  aclaró que es precisamente en ese punto donde más dificultades está afrontando, al no hallar un punto de encuentro con las guerrillas para negociar esa anhelada iniciativa.

“Donde hay un balance muy positivo es en el escenario internacional”, dijo Giraldo, pues ha logrado atraer la inversión extranjera y “poner en marcha importantes acuerdos comerciales”, como el vigente con EEUU o los que se tramitan con la Unión Europea y Corea.  

En cuanto a la gestión económica interna, la valoración del analista Pedro Medellín es positiva: “Colombia se ve muy blindada ante la crisis europea, pues se ha hecho un trabajo coherente, un buen manejo fiscal”, a pesar de que algunos no ven avances en los sectores de infraestructura y energía.