Según un comunicado de esa jerarquía, tanto el religioso como la víctima pertenecen al Pequeño Cottolengo de Santiago, una entidad dedicada desde hace más de 40 años a asistir a personas en riesgo social y con discapacidad intelectual.

La Iglesia Católica reconoce que en los últimos tiempos esa institución ha enfrentado “algunas situaciones delicadas”, como tres casos de acusaciones de supuesto maltrato y negligencia.

El 30 de mayo se puso en conocimiento de la Justicia una denuncia por posible abuso sexual que afectaría a un interno de ese hogar, con discapacidad intelectual, cuyo presunto agresor es un sacerdote de la institución.

Añadió que el propio clérigo presentó una denuncia ante una fiscalía para que se investigue la imputación, la Iglesia estableció una investigación canónica y lo separó temporalmente de sus funciones.

Este nuevo caso viene a sumarse a las más de 200 denuncias que en los últimos meses han afectado a distintos colegios de la capital y por las que también se encuentran suspendidos algunos religiosos.

El fiscal nacional, Sabas Chahuán, dijo ayer a los periodistas que la Policía investiga presuntos abusos sexuales en 127 colegios de Santiago de Chile, la mayoría ubicados en la zona oriente de la capital.