Cerca de un cuarto de los cultivos de cereales se perdieron este año en Rusia a raíz de la sequía y la ola de calor, declaró el presidente Dimitri Medvedev durante una reunión en Taganrog, noticia que aumentará la presión sobre los precios mundiales del trigo.

«Estamos en una situación muy difícil», declaró Medvedev, durante la reunión celebrada en la región agrícola de Rostov, según la agencia Interfax.

«Desgraciadamente, muchas explotaciones están cerca de la quiebra a raíz de la pérdida de las cosechas», agregó.
Los productos derivados de los cereales son las primeras víctimas de la grave sequía que afecta a Rusia desde el mes de abril y que se vio agravada desde principios de julio por una ola de calor sin precedentes.

El Gobierno ya decretó el estado de emergencia en 27 regiones, sobre un total de 83, situadas esencialmente en la parte europea de Rusia.