El inicio de las conversaciones de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla comunista de las FARC, previsto para mañana en Cuba, fue aplazado hasta el lunes para definir mecanismos de participación de la sociedad civil.

“Acordamos continuar la reunión técnica para ultimar detalles de los mecanismos para la participación ciudadana hasta el 18 de noviembre. El lunes 19 en La Habana, los delegados negociadores empezarán la discusión sobre la agenda acordada”, señala el comunicado conjunto publicado en la página web de la Presidencia colombiana.

Una comisión técnica del Gobierno se encuentra desde el 6 de noviembre en La Habana, donde se reune con representantes de las FARC para definir detalles del mecanismo de diálogo. El proceso, durante el cual no se contempla un cese de hostilidades, comenzó formalmente el 18 de octubre en Oslo.

La mesa de negociación abordará una agenda de cinco puntos: tema agrario, participación política, drogas ilícitas, abandono de las armas y víctimas. Aunque no tiene un tiempo definido, el Gobierno expresó que esta discusión deberá llegar a acuerdos en un plazo que “se medirá en meses y no en años”.

La participación civil en el diálogo ha sido uno de los temas en los que más han presionado diferentes sectores de la sociedad, y en especial las víctimas de la guerrilla, que piden que su voz sea tenida en cuenta a la hora de negociar sobre cómo resarcir sus derechos.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo ayer durante su visita a Portugal que espera que “en la mesa de negociación se muestre la buena voluntad. Si hay buena voluntad, hay acuerdos, si no hay buena voluntad, pues no hay acuerdos”.

Proceso. Este es el cuarto intento de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC —alzadas en armas desde 1964— en un proceso que cuenta con el apoyo de Noruega y Cuba, como países garantes, y de Venezuela y Chile, como acompañantes.

En Colombia actúa también la guerrilla guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500 integrantes, que podría comenzar también un proceso de paz con el Gobierno, según declaró el propio grupo insurgente en un comunicado el lunes.

Esta guerrilla ofreció “pactar un cese al fuego bilateral mientras se dialoga”, al considerar que la “creación de un ambiente no confrontativo podría ayudar a generar confianza y condiciones para que la sociedad participe de una manera más activa y protagónica”.

Problema de la tierra es la ‘prueba de fuego’

El problema de la tierra en Colombia, país en el que el 1,15% de la población posee el 52% de la gran propiedad rural, será la primera “prueba de fuego” para el Gobierno y las FARC en la mesa de negociaciones que iniciarán el lunes en La Habana .

El agrario es un asunto que está en la raíz del conflicto colombiano, que lleva casi medio siglo y que solamente en su expresión de despojo y desarraigo deja —desde 1985— 5,5 millones de desplazados forzados y 6 millones de hectáreas arrebatadas.

“La cuestión de la tierra es un tema estructural, casi que la génesis del conflicto colombiano”, dijo el líder agrario Andrés Gil, portavoz de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, que obtuvo en 2010 el Premio Nacional de Paz. Gil dijo que se trata de un problema no resuelto de cuya importancia da cuenta el PNUD en sus informes de desarrollo humano: en Colombia, el índice de concentración de la tierra —que se mide en una escala de 0 a 1— es de 0,58.