Un hombre que mató a seis miembros de su familia, incluidos dos hijos, fue ejecutado en Pekín dos años después de los asesinatos, informó ayer el diario independiente South China Morning Post.

Li Lei, de 31 años de edad, mató con un cuchillo a sus padres, una hermana, su esposa y dos hijos de uno y seis años de edad el 23 de noviembre del 2009 en la capital china. Tras los asesinatos huyó a la isla de Hainan, donde fue detenido por la Policía, a la que confesó que había matado a su familia por «una larga y profunda represión causada por una infancia demasiado estricta».

También explicó a la Policía que había planeado los asesinatos de los adultos durante un año y que decidió matar a sus hijos porque pensó que nadie se haría cargo de ellos después.