El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha decretado este domingo la reconstitución de la Cámara Baja, disuelta a mediados del mes pasado tras una sentencia del Tribunal Constitucional que declaró ilegal la ley electoral bajo la que fue elegida.

«El presidente Mursi emitió un decreto presidencial anulando el fallo del 15 de junio de 2012 que disuelve la Asamblea del Pueblo e invita a la Cámara a reunirse nuevamente para ejercer sus prerrogativas», indicó la agencia oficial Mena. La decisión del primer presidente islamista y civil de Egipto puede avivar las tensiones con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que se arrogó en junio el poder legislativo gracias a una decisión judicial denunciada como un «golpe institucional».

La decisión de Mursi debe interpretarse en el contexto del pulso abierto que libran islamistas y militares por distribuirse el poder en Egipto. En su decreto, el flamante presidente egipcio establece que el Parlamento reanudará su labor legislativa de forma interina, pues convocará elecciones parlamentarias en un plazo de 60 días después de la ratificación de la nueva Constitución. Los trabajos de redacción de la Carta Magna se iniciaron la semana pasada, pero los miembros de la Asamblea Constituyente pretenden finalizar sus labores a principios de septiembre.

Las reacciones a la inesperada noticia no se hicieron esperar. El Tribunal Constitucional ha anunciado que celebrará una reunión extraordinaria la mañana de este lunes para abordar la situación.