Los familiares del minero boliviano Carlos Mamani, atrapado junto a otros 32 obreros en el yacimiento San José, en el norte de Chile, reclamaron la presencia del presidente Evo Morales, en el yacimiento San José.

«Mi esposo tiene nueve hermanos, pueden venir los que quieran, pero que sepa el señor (Evo) Morales que nosotros lo queremos a él aquí, que vea el sufrimiento de sus compatriotas», dijo a EFE Verónica Quispe, la esposa del obrero boliviano atrapado.

Algunos familiares de Mamani que viven en Oruro, al suroeste de Bolivia, han pedido al Gobierno que les financie el viaje hasta Copiapó para esperar en el campamento «Esperanza» a que se realice el rescate, que puede durar entre tres y cuatro meses.

Verónica Quispe agradeció al Gobierno chileno por todo lo que ha entregado a las familias y al sindicato de La Minera Escondida, proporcionó a los familiares una donación de unos 1.350 dólares, aunque resaltó la falta de apoyo del Gobierno boliviano (pese a que hace 10 días recibió la visita del cónsul general de Bolivia en Santiago, Walker San Miguel).

Con su hija en brazos y rodeada de sus familiares, Verónica dijo: «Nosotros vivimos en Copiapó en una ‘toma’ (campamento) y ni siquiera tenemos un baño».

Entretanto, una segunda máquina llegó ayer a la mina San José, donde 33 trabajadores permanecen atrapados desde el 5 de agosto, mientras un grupo de los supervivientes uruguayos de Los Andes aconsejaron a los trabajadores «luchar para volver a abrazar a sus familias».