Estudiantes chilenos toman el Ministerio de Educación
Intempestivo. Unos 50 jóvenes llegaron hasta el despacho del titular
Los manifestantes ingresaron sorpresivamente al edificio ubicado a un costado del palacio presidencial de La Moneda, en el centro de Santiago, y subieron al séptimo piso —donde se encuentra el despacho ministerial— en medio de forcejeos con guardias, y causando destrozos en vidrios y puertas, constató un periodista de la AFP.
Los estudiantes lograron llegar hasta el despacho del ministro, Felipe Bulnes, quien no se encontraba en el lugar porque estaba tramitando un proyecto de ley en la sede del Congreso. Los manifestantes causaron daños en la oficina de Bulnes, la que ocuparon ilegalmente por algunos minutos.
Por las ventanas los estudiantes dejaron ver una pancarta que decía «De la sala de clases a la lucha de clases».
Al cabo de unas dos horas, el grupo hizo abandono del edificio en medio de un fuerte resguardo policial y sin que se produjeran detenciones, según los medios locales.
Según explicaron los manifestantes, realizaron la ocupación en rechazo a un diálogo que el Gobierno iniciará el sábado con dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), para tratar sus demandas sobre una educación de calidad y gratuita que desde hace tres meses mantiene movilizados a universitarios, escolares y profesores en Chile.
«La Confech está liderada por partidos políticos y pretende arreglar el conflicto dándose la mano con los políticos, mientras los colegios que están movilizados en la periferia no tienen ni voz ni voto en las decisiones», dijo a la prensa local Anadiela Villarroel, una vocera de la ocupación de ayer.
El movimiento estudiantil ha protestado durante tres meses por una educación pública gratuita y de calidad, lo que forzó al mandatario Sebastián Piñera a convocar para el sábado una reunión con los estudiantes.
«Ahí le diremos al Presidente cuáles son los requisitos para el diálogo», declaró anteriormente Giorgio Jackson, uno de los dirigentes más visibles del movimiento estudiantil.
Las exigencias de los estudiantes pasan por la eliminación de la banca privada en el sistema de créditos para financiar la educación superior, el fin de la obtención de utilidades por parte de las universidades privadas —prohibido por ley, pero burlado a través de resquicios— y garantizar la calidad de la educación pública.
El Ejecutivo ha hecho tres propuestas desde que estalló el conflicto estudiantil, en que planteó un cambio constitucional para que el Estado garantice la educación de calidad y la desmunicipalización de los colegios.
Rechazan acusar a un ministro
La Cámara de Diputados de Chile rechazó ayer una acusación constitucional presentada por parlamentarios de oposición contra el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, por haber prohibido una manifestación estudiantil el 4 de agosto, informaron fuentes legislativas.
Camila Vallejos, solidaria en Brasil
La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, se unió ayer a una manifestación promovida por el movimiento estudiantil brasileño en demanda de mayores inversiones en la educación.
La manifestación comenzó frente a la sede del Banco Central en Brasilia, donde los participantes exigieron una reducción de las tasas de interés, y concluyó frente al Congreso Nacional, tras recorrer unos tres kilómetros.
En medio de la protesta, Vallejo explicó a los periodistas los motivos que han llevado a la calle a los estudiantes chilenos durante los últimos tres meses para demandar una educación pública, gratuita y de calidad.
«Chile no es un modelo de país de perspectiva, pero sí es modelo de falta de oportunidades y de educación», declaró la joven, quien indicó que fue invitada a Brasilia por el presidente de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Daniel Iliescu, que a su vez estuvo hace un mes en Santiago para conocer la situación chilena.
La UNE congregó a unas 3.000 personas en la marcha para exigir que la inversión en educación se duplique y alcance el 10% del PIB, contra el 5% que supone hoy y superior al 7% que tiene como meta la presidenta Dilma Rousseff.