La muerte de Margaret Thatcher reavivó el debate sobre el legado de la ex primera ministra británica, una de las artífices de la liberalización económica de los años 80, que recibió ayer un homenaje en el parlamento antes de su funeral.

La desaparición de la “Dama de Hierro” como consecuencia de un derrame cerebral a los 87 años, generó reacciones encontradas en todo el mundo y varios centenares de personas salieron a la calle en el Reino Unido a celebrar con cánticos como “¡Ding, Dong! La bruja ha muerto”.

Thatcher, aquejada de demencia senil y debilitada también por otros problemas de salud desde hace 11 años, residía en el hotel Ritz desde que salió del hospital donde fue sometida en diciembre de una operación menor. Su funeral se llevará a cabo el 17 de abril en la catedral de San Pablo, el templo donde se celebró la misa de acción de gracias tras la victoria contra Argentina en la guerra de las Malvinas en 1982, anunció el Gobierno.

La reina Isabel II asistirá al servicio religioso, como ya hizo con ocasión del funeral de Estado de Winston Churchill en 1965. Sin embargo, contrariamente a su ilustre predecesor,  Thatcher, que sirvió tres mandatos consecutivos entre 1979 y 1990, no tendrá un funeral de Estado, sino “ceremonial”, al igual que la princesa Diana en 1997.

El tema también es polémico, dado que mientras varios diputados conservadores piden la organización de un funeral de Estado, más de 14 mil personas firmaron una petición en internet para impedir que sea despedida a cuenta del contribuyente.

“¿Cómo debemos honrarla? Vamos a privatizar su funeral. Abramos una licitación y aceptemos la oferta más baja. Es lo que habría querido”, resumió el cineasta Ken Loach, refiriéndose a la política económica ultraliberal que aplicó la ex primera ministra durante su gobierno.

Funeral. Según el portavoz de Thatcher, sin embargo, ni la “Dama de Hierro” ni sus hijos querían un funeral de Estado, por considerarlo “no apropiado” y “un desperdicio de dinero”. Así, la ex primera ministra continúa dividiendo a los británicos más de dos décadas después de dejar el cargo. Esta disensión quedó ampliamente ilustrada en la prensa británica de ayer, más o menos entusiasta dependiendo de su tendencia política.

Mientras el Daily Mail elogió a “la mujer que salvó el país”, en la tónica del homenaje del primer ministro David Cameron, el Daily Mirror afirmó que Thatcher “rompió el Reino Unido”.
Según un sondeo publicado en el Guardian, después de su muerte, la mitad de los británicos (50%) piensa que fue buena para el país, contra 34% que considera que fue mala.