Las donaciones de empleados del banco de inversión Goldman Sachs a la campaña del presidente demócrata Barack Obama se han desplomado este año electoral para pasar a nutrir las opciones políticas del republicano Mitt Romney, poniendo fin a un largo romance, mal avenido en los últimos años.

En privado, los directivos de Goldman Sachs justifican su cambio de preferencias por las regulaciones más restrictivas aprobadas por la Casa Blanca para la banca y, de acuerdo con el comentario reciente de un columnista del diario The Examiner, porque no les gusta la retórica crítica hacia los banqueros del mandatario Obama.

Donantes. Según los datos  que maneja el Center for Responsive Politics, los fondos vinculados a Goldman Sachs se encuentran en el sexto puesto entre los mayores donantes políticos de Estados Unidos en 2012 con $us 6,6 millones, en una lista que encabeza el imperio empresarial del magnate de Las Vegas Sheldon Adelson.

Este año electoral, por primera vez, Goldman Sachs ha dedicado más dinero a los republicanos que a los demócratas. Un 75% del total de fondos destinados a la política han ido a parar a Romney, al Comité Nacional Republicano o a otros políticos del partido conservador, un porcentaje que fue exactamente el inverso en 2008.