El Parlamento griego adoptó ayer el plan de ajuste decidido por el gobierno socialista a cambio de la ayuda financiera de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de nuevos enfrentamientos.

Tras permanecer durante largos y tensos momentos frente a los jóvenes que les lanzaban proyectiles y les gritaban insultos delante del Parlamento, los policías dispararon gases lacrimógenos y cargaron contra la multitud movilizada.

Los manifestantes se alejaron del Parlamento desfilando, enarbolando banderolas, mientras que al margen, pequeños grupos de perturbadores tumbaban los cubos de basuras o les prendían fuego.

Este brusco aumento de la tensión se produjo tras dos manifestaciones que reunieron en calma más de 10.000 personas en el centro de Atenas contra la adopción del plan de austeridad.

Los manifestantes, convocados por las dos grandes centrales sindicales del sector privado, y público, también desplegaron un largo lazo negro, en homenaje por los tres empleados muertos el miércoles en el incendio de un banco.

Mientras, en un acalorado debate en el Parlamento, el primer ministro griego Giorgos Papandreou, advirtió que «el futuro de Grecia está en juego» por la crisis y que la «economía, la democracia y la cohesión social» del país «están siendo puestos a prueba». El Parlamento aprobó el ajuste con el voto favorable de 172 diputados socialistas y de extrema derecha, sobre un total de 296 de los 300 presentes.

Pese a la aprobación del plan, las bolsas mantenían su tendencia a la baja de los últimos días.

El plan de ajuste afecta de lleno a la población, ya que incluye la supresión de los aguinaldos de los funcionarios y los pensionistas del sector público, el aumento la edad de jubilación de las mujeres en cinco años, a 65, y la suba del IVA en dos puntos, al 23%, además de reducir las inversiones públicas.

La Casa Blanca señaló este jueves, a través de su portavoz Robert Gibbs, que estas reformas son «importantes», pero que «tomarán algún tiempo» y aseguró que el Tesoro estadounidense está monitoreando la situación.

A cambio del duro ajuste, Grecia recibirá 110.000 millones de euros de ayuda de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), «el único modo de escapar a la bancarrota», según el ministro de Finanzas, Giorgos Papaconstantinou.