El terremoto y tsunami que arrasaron el viernes el nordeste de Japón pudo haber dejado más de 10 mil personas desaparecidas o muertas, sobre todo en un pueblo de la provincia de Miyagi donde hay 9.500 habitantes cuyo paradero es desconocido.

La Policía informó ayer inicialmente de que se registraron 685 muertos y 643 desaparecidos, pero estas cifras no incluyen los entre 200 y 300 cuerpos localizados en la costa de Sendai, que habrían sido arrastrados por el maremoto, ni los entre 300 y 400 cadáveres descubiertos por el Ejército en el puerto de Rikuzentakata.

Al cierre de esta edición, 21.00, se informó que la cifra oficial de fallecidos aumentó a 900 personas. Sin embargo, las cifras de víctimas pueden dispararse aún más. Unas 9.500 continuaban ayer sin ser halladas en un pueblo de Miyagi que sufrió olas de hasta diez metros por el tsunami.

La localidad es Minamisanriku, cuya población total es de 17.000 personas y donde prácticamente no quedan edificios en pie o sin haber sido anegados por las aguas.

Las autoridades de Miyagi señalaron que apenas tienen datos sobre lo que ocurrió con ese pueblo, a diferencia de lo que sucede con otras localidades cercanas. La cadena de televisión NHK indicó que se ha pedido ayuda a las Fuerzas de Auto defensa (Ejército) para localizar a esos 9.500 habitantes. Miyagi, Iwate y Fukushima fueron las provincias más afectadas por el sismo y tsunami que llegó a borrar del mapa a pueblos enteros.

El primer ministro, Naoto Kan, calificó lo ocurrido como un desastre «sin precedentes» y reconoció que el tsunami fue mayor de lo esperado.

En cinco provincias de la costa oriental del archipiélago nipón, más de 300.000 personas han sido evacuadas mientras se calcula que 3.400 edificios quedaron destruidos y se produjeron 200 incendios y son 5,5 millones los japoneses sin electricidad.

En la provincia de Iwate, ciudades como la localidad costera de Rikuzen Taka, de 24.709 habitantes, prácticamente desaparecieron.

«Más del 90 por ciento de las casas de tres localidades costeras han sido arrasadas por el tsunami» comentó a la agencia Kyodo un funcionario municipal de Futaba, en la provincia de Fukushima.

Tareas de rescate
Japón movilizó a 100.000 soldados y a socorristas para buscar supervivientes. Se movilizó para las operaciones al conjunto de las Fuerzas Armadas, que desde la víspera ya participaban con 300 aviones, 20 buques y 25 cazas de reconocimiento.