Una asamblea en la que participaron unos 200 «indignados» a media tarde ha sido el germen de la protesta. Además de los participantes en la reunión, un centenar más de simpatizantes del 15-M que recibieron la noticia por medio de las redes sociales han arrancado desde Atocha.

Después de una media hora, ya sumaban unos 1.000, pidiendo «una huelga general ya». Algunos de los cánticos que se escuchaban delante de la Cámara Baja iban dirigidos al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno: «Rubalcaba esto es un marrón» o «Rubalcaba esto no se acaba», informa Aitor Riveiro.

La protesta se ha recrudecido ante el Congreso. La Policía se ha visto obligada a cortar el paso con más vallas mientras que los agentes antidisturbios se han puesto los cascos. Los manifestantes no cesaban de gritar «¡¡¡fuera, fuera!!!» mientras movían las vallas.

Finalmente, tras unos momentos de tensión, la marcha pasó por delante de la sede del Banco de España —ante la que han gritado «!!culpable, culpable¡¡».

Después de cortar el tráfico en una de las calles más transitadas, se han dirigido hacia la Puerta del Sol. La tensión se elevó con gritos como «!!esta es nuestra plaza¡¡» y mensajes a los policías como «!!cara a cara, sin barrera¡¡».

El Gobierno no ve una situación ‘gravísima’

El Gobierno español no descarta que las presiones sobre la deuda de España y de otros países europeos puedan continuar unos días, pero no considera que la situación sea «gravísima».

La vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado, presentó estas conclusiones en una conferencia al término de la reunión de urgencia que celebró el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, con su equipo económico.

Según Salgado, «hay motivos de preocupación» ante el acoso en los mercados que está sufriendo no solo la deuda española, sino también la de Portugal, Irlanda, Grecia, Italia, Bélgica y en menor medida Francia. El Ejecutivo estima «que está situación puede durar unos días».