Los periódicos Clarín y La Nación, los más influyentes de Argentina, rechazaron ayer las acusaciones de la presidenta Cristina Kirchner de haberse apropiado de la única fábrica de papel del país en colaboración con la dictadura (1976-83).

Ambos periódicos, los de mayor difusión de Argentina, consideraron que el informe presentado el martes por Kirchner sosteniendo esta acusación constituye un ataque a la libertad de prensa.

El Gobierno busca «disciplinar a aquellos que creen que la democracia precisa medios de comunicación libres de cualquier amenaza de censura», señaló ayer en un editorial el diario Clarín, en el marco de una dura pelea que mantiene con la Mandataria.

Kirchner dijo que presentará el caso a la justicia y enviará un proyecto de ley para declarar de «interés público» la producción y venta del papel para periódicos. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) consideró «inconstitucional» la iniciativa y sostuvo que se pretende «el control de los medios» en Argentina.

La Asociación de Entidades Periodísticas, que agrupa a los diarios de Argentina, sostuvo que Kirchner «logró su objetivo político, que es instalar la duda sobre la venta de Papel Prensa».