El presidente paraguayo, Fernando Lugo, ingresó en un hospital de Sao Paulo con el fin de someterse a exámenes clínicos para establecer el grado de avance del cáncer linfático que padece y espera conocer el tratamiento que precisa.

Lugo, de 59 años, llegó ayer a Sao Paulo en un avión enviado por el Gobierno brasileño para recogerle en Asunción y se trasladó en helicóptero al Hospital Sirio-Libanés, donde ingresó «para la realización de exámenes complementarios de la hipótesis diagnóstica de linfoma», señaló un boletín del centro sanitario.

El Mandatario paraguayo está ya en una habitación de planta del área general del hospital, no en oncología, y al cuidado de cinco médicos brasileños y dos paraguayos, según fuentes de ese centro, donde ha sido atendido en varias ocasiones el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, y el vicepresidente Alencar.

La enfermedad de Lugo se hizo pública el miércoles, después de que se le extirpara un ganglio en la ingle.

Tres días después sus médicos informaron de que detectaron otro tumor en el mediastino que, según dijeron, sólo puede ser tratado con quimioterapia.

En unas breves declaraciones a la prensa, el portavoz del Hospital Sirio-Libanés, Kalil Filho, consideró, sin embargo, «prematuro» decir si el presidente Lugo será sometido a una quimioterapia y subrayó que será el director del Departamento de Oncología del hospital, Paulo Hoff, quien lo determine.