El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, es la persona más influyente del mundo, según la revista Time, que ayer dio a conocer un listado en el que también incluye al ex mandatario estadounidense Bill Clinton y la cantante Lady Gaga.

La séptima lista anual de esa publicación de las cien personas más influyentes del mundo, divulgada ayer a través de internet y que hoy llegará a los quioscos, sitúa en lo alto de los líderes mundiales a Lula da Silva, de 64 años, quien accedió a la presidencia de Brasil el 2003 y cuyo mandato expira el 1 de enero del 2011.

«Lula es un auténtico hijo de la clase trabajadora latinoamericana, que una vez estuvo encarcelado por liderar una huelga», asegura el cineasta Michael Moore, quien se ha encargado de elaborar un perfil del líder brasileño para la revista en el que destaca los logros de Lula para llevar a su país «al primer mundo».

 Tras Lula, la revista situó al presidente del fabricante taiwanés de ordenadores personales Acer, J.T. Wang, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el almirante Mike Mullen, el presidente estadounidense Barack Obama (que ocupa el cuarto lugar) y la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi.

 Entre los artistas y celebridades destaca el dominio de la polifacética neoyorquina Lady Gaga, quien a los 24 años ha conseguido numerosos éxitos mundiales con su primer trabajo discográfico y con una sorprendente apariencia en sus actuaciones.

Da Silva, de sindicalista a Presidente de Brasil

Nacido el 27 de octubre de 1945 en el seno de una familia pobre en el estado de Pernambuco, Lula tuvo una infancia paupérrima pero fue escalando en la vida, primero como tornero mecánico, luego como sindicalista y político, hasta llegar a la Presidencia de Brasil, cargo en el que alcanzó un estatus de líder.

A pesar de los escándalos de corrupción que han salpicado a su partido y su Gobierno, en el exterior Lula se ha forjado una imagen de político pragmático y conciliador. Con su juego de cintura para moverse entre la izquierda y la derecha, Lula se ha convertido además en promotor de la integración latinoamericana y, gracias al peso económico de Brasil, pasó a ser una voz tenida en cuenta en foros internacionales como el G-20.