El presidente panameño, Ricardo Martinelli, cumple hoy su tercer año en el poder en medio de crecientes críticas al manejo económico de la pujante Panamá y al estilo “autoritario” de su gobierno, que sus seguidores defienden como “efectivo” y conectado con las necesidades sociales.

Más allá de la diatriba política, las encuestas coinciden en que lo que más preocupa a la mayoría de los 3,4 millones de habitantes de este pequeño país, de poco más de 75.500 kilómetros cuadrados, son el alto costo de vida y la inseguridad.

La inflación acumuló un 3,2% entre enero y mayo, mientras que la tasa anual de homicidios se ubicó en 2011 en 19,3 por cada 100 mil habitantes, menor a la de 23,2 de 2009, según datos oficiales.