La Policía Militar brasileña contabilizó 21 muertos y 150 detenidos en operaciones contra bandas armadas emprendidas desde el lunes en Río de Janeiro y anunció que hoy «intensificará» acciones.

Ayer ha sido el día más sangriento de la ofensiva, con 13 muertes registradas entre supuestos integrantes de las bandas de narcotraficantes que se guarecen en las favelas, según el balance que ofreció en una rueda de prensa el coronel Henrique de Lima Castro, director de Comunicación Social de la Policía Militar.

Las operaciones policiales se concentraron ayer en 27 barriadas pobres del área metropolitana de Río de Janeiro, entre ellas algunas de las consideradas como las más peligrosas de la segunda mayor ciudad de Brasil. Entre los agentes del orden se han contabilizado dos heridos de bala, según el balance policial, que también reflejó un gran volumen de drogas y armas incautadas.

En la favela de Vila Cruzeiro, considerada como el punto «más crítico», se confiscó cerca de una tonelada de marihuana y al menos cuatro fusiles. En otras áreas de la ciudad se incautaron 13 pistolas y revólveres, dos fusiles, una subametralladora y dos bombas de fabricación casera. La Policía Militar está en estado de alerta, ha cancelado los descansos y vacaciones de sus empleados y ha puesto a patrullar en la calle a 17.500 agentes, incluidos civiles.

Las operaciones han sido una respuesta a una serie de ataques a tiros contra puestos policiales e incendios de automóviles y autobuses perpetrados por las bandas armadas desde el domingo, que se han extendido hasta ayer. El responsable de la Policía dijo que «era de esperar» que continuaran los «atentados» y anunció que «intensificarán» las operaciones.