Margarita se ha dedicado a esperar: aguardó nueve meses para la llegada de su hija Esperanza, quien nació ayer tras una cesárea, y lleva un mes y nueve días esperando a su pareja, Ariel Ticona, uno de los 33 trabajadores atrapados en la mina San José.

El nacimiento de Esperanza es «una gran alegría» después de muchos meses de sufrimiento, sin embargo «falta otra», dice Margarita Segovia, quien a pesar de encontrarse descansando en la cama de una clínica, sigue atenta a las noticias por la televisión.  

Esperanza duerme sonrojada tras el esfuerzo del parto, sin saber que su papá, desde las entrañas de la tierra, sigue esperándola. La primera niña de ambos después de dos hijos varones, la recién nacida luce un vestidito rosado, con una medallita en la solapa.

«Es una Virgen», alcanza a decir Margarita. La niña nació en una clínica de Copiapó, cerca al yacimiento San José, donde permanece atrapado su papá, el minero Ticona, junto con sus 32 compañeros a 700 metros de profundidad desde el 5 de agosto. Esperan ser rescatados.

Su hija, cuyo nombre se inspira en el ‘Campamento Esperanza’ montado por las familias de los mineros en las afueras del yacimiento, nació a través de una cesárea a las 12.20. La pequeña pesó 3,050 kilos y midió 48 centímetros.

Los detalles e incluso las imágenes del parto viajarán por una de las sondas que llega hasta los 700 metros de profundidad para que el papá conozca y participe del nacimiento de la niña a pesar de su encierro. Cristián Ticona fue el mensajero que recibió el video grabado en el quirófano, y corrió hacia la mina, a unos 50 kilómetros al norte de Copiapó, para transmitírselo a su hermano Ariel.   

El nacimiento de la bebé emocionó a familiares de los mineros que aguardan en las afueras del yacimiento. Violeta Ávalos, hermana de Florencio y Renán, también atrapados en el interior de la mina, estima que el padre de la niña debe sentir «demasiada impotencia y ansiedad» por no poder acompañar a su mujer.

Para Juan Ramírez Álvarez, un ex compañero, el nacimiento de Esperanza «aumentará las ansias de salir» de Ticona. «De hecho, cuando él salga también será como un embarazo, un embarazo de la Tierra», dice. «Va a ser como nacer», añade.

Preparan la cápsula

La Marina chilena trabaja en el diseño de una cápsula de acero de unos 2,5 metros de alto y 250 kilos de peso que podría ser utilizada para extraer de las profundidades, uno a uno, a los 33 mineros atrapados en la mina del norte chileno.