El respaldo de la Cámara Alta llega sólo unos días después del apoyo de la Cámara de Representantes a la medida y allana el camino para que el presidente Barack Obama promulgue la ley antes de finales de este mismo año.

Obama prometió durante su campaña presidencial que lucharía para revocar la ley conocida como «Don’t Ask, Don’t Tell» (No preguntes, no cuentes) aprobada durante la presidencia de Bill Clinton y que llevó a la expulsión de 13.500 miembros de las Fuerzas Armadas por su carácter abiertamente homosexual.

Antes de la última votación, Obama dijo que se trata de un paso histórico.  La ley permite a las personas de tendencia gay ser miembros de las Fuerzas Armadas siempre que no divulguen su orientación sexual, lo que en su día se consideró como un «término medio» entre la propuesta de Clinton que quería levantar la prohibición y quienes consideraban perjudicial que los homosexuales sean parte del Ejército.

La campaña de los demócratas a favor de la iniciativa se intensificó tras la publicación el 30 de noviembre de un estudio elaborado por el Pentágono que concluye que la derogación de la ley no afectará la eficiencia de las Fuerzas Armadas. El estudio concluyó que el 70 por ciento de los militares cree que el impacto de la revocación de la ley sería «positivo, mixto o inexistente».