Costa Rica logró ayer una victoria diplomática al conseguir que la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobara, en una votación prácticamente sin precedentes, una resolución en la que pide a Nicaragua que retire sus tropas de la zona fronteriza en disputa, sin embargo Managua sostuvo que el texto no tiene validez alguna.

Después de 10 días y cuatro reuniones prolongadas sin que las partes llegaran a un consenso para solucionar su conflicto, Costa Rica logró que el Consejo Permanente de la OEA aprobara una resolución por 22 votos a favor, 2 en contra (Nicaragua y Venezuela) y tres abstenciones (Ecuador, Guayana y Dominica). Bolivia decidió no votar.

La sesión estuvo marcada por la confusión sobre el procedimiento a seguir, cómo contar los votos y quiénes podían votar. Algunos embajadores, como la ecuatoriana, María Isabel Salvador, y el venezolano, Roy Chaderton, admitieron que estaban «perdidos» y que se estaba produciendo un «grandísimo espectáculo».

El «desorden» fue tal que el Embajador de Nicaragua, que se opuso enérgicamente a la resolución, impugnó incluso la votación e hizo que los países presentes se pronunciaran sobre su decisión y no a mano alzada.

Pese a todo, la OEA aprobó un texto para superar la crisis que enfrenta a Costa Rica y a Nicaragua desde el 21 de octubre por el dragado del río San Juan y la presencia de militares nicaragüenses en una parte de la Isla Calero que ambos consideran soberana.

En el texto los países aceptan las recomendaciones que presentó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que celebren la VIII Reunión de la Comisión Binacional a más tardar el próximo día 27 de noviembre.