La Organización de las Naciones unidas (ONU) acusó ayer al Gobierno sirio y a la oposición de haber cometido nuevas violaciones de los derechos humanos en Siria y además alertó de la “preocupante situación” que se vive en Libia y en los territorios palestinos.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció ante el Consejo de Seguridad que “tanto el Gobierno como la oposición” han cometido nuevas “graves violaciones de los derechos humanos” desde que se inició el conflicto en Siria, país que es escenario de “crímenes contra la humanidad”.

Pillay acusó al régimen de Damasco de bombardear “indiscriminadamente zonas civiles, asesinatos selectivos de miembros de la oposición y activistas, detenciones, torturas y violaciones”, así como de ataques contra hospitales y clínicas, y el uso de esas instalaciones “para operaciones militares”.

Por su parte, agregó, la oposición ha llevado a cabo “asesinatos de supuestos informadores y colaboradores del Gobierno, y el uso cada vez mayor de artefactos explosivos que causan muertos y heridos entre los civiles”.

La alta ejecutiva, que no ofreció en la ocasión una nueva cifra de muertos en los 16 meses que dura el conflicto sirio, pidió una vez más al Consejo de Seguridad que, a la luz de los “crímenes contra la humanidad” que están teniendo lugar en Siria, remita el caso a la Corte Penal Internacional (CPI). Más de 16.500 personas han perdido violentamente la vida en Siria desde que comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar al Assad (marzo de 2011), informó AFP.