La oposición venezolana espera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se pronuncie sobre la auditoría que se comprometió a hacer de los comicios del 14 de abril a la vez que se prepara para impugnar los resultados “en los próximos días” ante la justicia.

“El paso siguiente es la impugnación que tiene que ser en los próximos días. Vamos a impugnar las elecciones con todas las pruebas, con todos los elementos que ya tenemos”, anunció el líder opositor Henrique Capriles.

El secretario ejecutivo adjunto de la coalición opositora Ramón José Medina explicó ayer ante corresponsales extranjeros que el límite para presentar la impugnación es el 6 de mayo —pasados 15 días hábiles desde la proclamación del chavista Nicolás Maduro ante el CNE el 16 de abril—.

Medina precisó que la oposición está recabando todas las pruebas y que “la próxima semana” podría hacer efectivo el recurso. “Vamos a agotar todas las instancias nacionales y luego iremos a las instancias internacionales”, aseguró Medina, que puso como ejemplo a la Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH), de la que Venezuela pidió retirarse el 11 de septiembre del año anterior, pero que se hará efectivo en el plazo de un año.

Por su parte, el chavista Nicolás Maduro, investido presidente la semana pasada en medio de las críticas opositoras y quien niega categóricamente que haya habido fraude electoral, siguió recorriendo el petrolero estado de Zulia (noroeste) con todos sus ministros, en el denominado “gobierno de calle” que inició el jueves y con el que promete recorrer el país.

El actual Mandatario, que empezó a dejar atrás el tono místico que caracterizó su campaña en torno a la figura del fallecido Hugo Chávez, visitó un parque eólico y calificó a la oposición de “derecha alocada, desorbitada, enloquecida” y a sus líderes de “vagos que no trabajan” y que sólo piensan “en la maldad que harán”.

Capriles, quien no reconoce su estrecha derrota electoral (1,8 puntos porcentuales) ante Maduro en las presidenciales, tomó la decisión de impugnar los resultados después de que el jueves venciera el plazo que le dio al CNE para iniciar la auditoría que se comprometió a hacer “ante todos los venezolanos y el mundo”.

Procesos. Tras varios días de movilizaciones y protestas de la oposición —que se saldaron con nueve muertos, de los que el Gobierno culpa a Capriles—, el máximo órgano electoral anunció una auditoría ampliada de las elecciones presidenciales, atendiendo a una petición opositora.

Sin embargo, hasta ayer, el CNE no divulgó una fecha de inicio ni las condiciones en las que se hará esa auditoría. Según la prensa local, los cinco rectores del CNE (cuatro de ellos cercanos al chavismo y uno a la oposición) se reunieron el jueves por la tarde, pero no trascendió ninguna comunicación.

El diputado chavista Pedro Carreño, presidente de la comisión mixta que instaló la Asamblea Nacional para investigar los hechos violentos tras los comicios, dijo que la impugnación “carece de fundamento jurídico porque no hay pruebas que sustenten la comisión de algún delito electoral ni que deslegitimen la transparencia del proceso”.

Según el abogado constitucionalista y analista político Tulio Álvarez, la oposición tiene que reunir todas las pruebas jurídicas y presentar la impugnación ante el Tribunal Supremo de Justicia, que deberá o no admitirla e iniciar el proceso, que no tiene límite de duración y podría alargarse años.

Capriles, que denunció de nuevo el jueves irregularidades ocurridas en los comicios y expresó su escepticismo en cuanto a la independencia del sistema judicial venezolano, no descarta participar en la auditoría del CNE en paralelo al proceso de impugnación.

No hubo revisión en regionales

El 16 de diciembre, el opositor Henrique Capriles, venció al exvicepresidente y actual canciller Elías Jaua por 4,4 puntos (52,02% a 47,62%) en las elecciones a gobernador del estado de Miranda. Jaua no pidió una auditoría y Capriles aceptó los resultados. EFE