La revuelta tunecina que derivó en la caída del régimen de Ben Alí se extiende como reguero de pólvora por el mundo árabe. Las marchas se propagaron el martes a Egipto, donde se exige la salida de Hosni Mubarak y, este jueves, a Yemen y Jordania.

Luego de Túnez, «el asunto ya no es cuál será el siguiente, sino cuál (régimen) se salvará», afirma a la AFP Amr Hamzawy, director de investigaciones de la fundación Carnegie en Oriente, para quien las manifestaciones podrían alcanzar la mayoría de los países árabes, excepto las monarquías petroleras del Golfo.

Además, en Argelia prosiguen las revueltas y prometen agravarse el próximo 9 de febrero, con una marcha multitudinaria para exigir el final del estado de emergencia, informa El Mundo.

 «Se trata de una verdadera tendencia regional, en Egipto, Argelia, Jordania, Yemen… donde los ciudadanos salen a la calle para reclamar sus derechos sociales, económicos y políticos», agregó el analista a la AFP.

Egipto conoce desde el martes las protestas más importantes desde la llegada al poder en 1981 del presidente Mubarak y que pueden intensificarse aún más con el regreso del opositor Mohamed ElBaradei, quien al llegar este jueves al aeropuerto internacional de El Cairo, dijo a los periodistas que el cambio en Egipto «es inevitable», informó EFE.

El Ministerio egipcio del Interior advirtió de que tomará «medidas decisivas» contra los manifestantes que planean hoy volver a protestar, según AFP.  La ola de protestas contra el poder han causado siete muertos, cinco manifestantes y dos policías, además de decenas de heridos.

La fiebre llegó ayer a Yemen donde miles de personas se manifestaron para reclamar la salida del presidente Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años, mientras que los Hermanos Musulmanes de Jordania —la principal fuerza de oposición— llamaron a una nueva manifestación hoy.

Decenas de miles de yemeníes convocadas por los principales partidos de la oposición se concentraron en cuatro puntos de la capital, Saná, para pedir que el jefe del Estado, Alí Abdalá Saleh, no se presente a una nueva reelección, según el diario Norte de Castilla.

En algunos países, los dirigentes han comenzado a ceder, como en Jordania, donde el rey Abdalá II prometió «adelantarse» en las reformas políticas y económicas, o en Yemen, donde el presidente Saleh aseguró que no pensaba transmitir el poder a su hijo, según AFP

Ayer, en Túnez, el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, anunció que fueron marginados el Ejecutivo los ministros relacionados con el régimen de Ben Alí, quien huyó el 14 de enero.