El papa Benedicto XVI exhortó ayer a confiar en Dios incluso ante “las dificultades más arduas”, renovando así “la fe en su presencia”, durante la primera audiencia pública el año.

“Incluso si con frecuencia no sentimos débiles, pobres e incapaces delante de las dificultades y del mal del mundo, la potencia de Dios actúa siempre obras maravillosas precisamente en la debilidad”, dijo. Benedicto XVI subrayó que “nada es imposible” para Dios y que “con Él nuestra existencia camina siempre en un terreno seguro y está abierta a un futuro de esperanza”.

“La Navidad del Señor ilumina, una vez más, con su luz las tinieblas que con frecuencia envuelven nuestro mundo y trae esperanza y júbilo”, dijo.