El empresario Henry Fariña, contra quien se dirigía el ataque armado en el que murió el cantautor argentino Facundo Cabral, fue condenado en Nicaragua a 30 años de prisión, la pena máxima en este país, por narcotráfico y otros delitos.

Fariña, de 41 años, deberá cumplir su condena en este país centroamericano hasta mediados de 2042 por los delitos de transporte internacional de drogas, crimen organizado y lavado de dinero en perjuicio del Estado de Nicaragua.

La jueza del caso y titular del segundo distrito de lo penal de Managua, Adela Cardoza, impuso al empresario nicaraguense —que se dedica a los negocios de espectáculos— a 17 años de prisión por tráfico internacional de drogas, nueve años por crimen organizado y siete por lavado de dinero, o sea, un total de 33 años, aunque por ley se le reduce a 30, la pena máxima en el país centroamericano.

Cardoza leyó la sentencia a Fariña y a otras 22 personas, entre ellos dos de sus hermanos y un exmagistrado del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, acusados de pertenecer a una red internacional que traficaba drogas.

Ataque. Facundo Cabral había presentado un recital en Guatemala y era conducido por Fariña al aeropuerto cuando se produjo el ataque armado en julio del año pasado, supuestamente ordenado por el costarricense Alejandro Jiménez, alias El Palidejo, en venganza por el robo de un cargamento de drogas.

El Palidejo se encuentra preso en Guatemala, donde espera el inicio del juicio por el asesinato de Cabral. Según la Fiscalía nicaragüense, la red internacional de narcotráfico, supuestamente integrada por Fariña y El Palidejo, se encargaba de llevar de Costa Rica a Guatemala droga del grupo colombiano de Los Fresas.