El arresto de Jorge Costilla alias El Coss, líder del cártel del Golfo, deja totalmente debilitada a esta organización criminal y anticipa una guerra frontal en México entre Los Zetas y el cártel de Sinaloa.

Costilla “estaba al frente del cártel, considerado la segunda organización delictiva más poderosa del país”, dijo el vicealmirante José Vergara, portavoz de la Marina Armada al mostrar ante la prensa al expolicía de 41 años, junto a diez lugartenientes, así como joyas y armas (algunas bañadas en oro).

El capo fue detenido ayer en Tampico, un puerto del estado de Tamaulipas (noreste), luego de que el 4 de septiembre fuera detenido Mario Cárdenas, el otro gran capo del Golfo con quien El Coss estaba enfrentado.

Estas detenciones “significan el descabezamiento del grupo completo que había mantenido desde 2010 una encarnizada lucha con Los Zetas, sus antiguos aliados”, dijo Guadalupe Correa, experta en narcotráfico y directora del departamento de estudios de gobierno.

“Es el inicio de esta nueva configuración del crimen organizado en México, con el debilitamiento del resto de los grupos y el fortalecimiento de dos organizaciones importantes, del cártel de Sinaloa y los Zetas”. Esto “implicaría una guerra entre los Zetas y el cártel Sinaloa”, sostuvo Correa. “En principio el efecto será de mucha violencia”, anticipó el periodista Ricardo Ravelo.