Las extranjeras que residan más de un año en Uruguay podrán someterse a un aborto de acuerdo con el reglamento de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo aprobada por el Parlamento y presentada ayer por el Gobierno.

Con la nueva legislación Uruguay “se ha convertido en un país pionero en la región”, afirmó el ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, en la ceremonia en la que se informó sobre el manual y guía de procedimientos que deberán seguir las mujeres, las instituciones sanitarias y los médicos para practicar los abortos. La nueva ley no legaliza técnicamente el aborto, sino que lo despenaliza siempre que se sigan ciertos procedimientos regulados por el Estado.

Cualquier centro público o privado de salud del país “estará obligado a realizar la intervención o a garantizar que ésta se haga por terceros —en casos de objeción de ideario—” para todas  las mujeres uruguayas, y las extranjeras que acrediten un año de residencia en el país, que soliciten se les practique un aborto, destacó Leticia Rieppi, directora de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud Pública.

Se solicitará la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas de gestación, periodo que se amplía a 14 semanas en caso de violación y sin restricciones para el caso de malformaciones del feto o riesgo de vida para la madre. De acuerdo con cifras oficiales, cada año se realizan en Uruguay unos 30 mil abortos.