Colombia se apartó el miércoles de los países que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, después de que el Senado rechazara la iniciativa por 51 votos en contra y 17 a favor.

Ayer el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor José Falla, expresó en nombre de la Iglesia su complacencia por el hundimiento del proyecto de ley de igualdad, y pidió a notarios y a la Corte Constitucional (CC) que respeten la voluntad del pueblo.

“Esperaba que los Congresistas obraran a la altura de su responsabilidad, pensando en el bien de la Patria que se les ha confiado en nombre de los colombianos”, aseguró Falla.  Los defensores del llamado matrimonio igualitario podrán presentar otra iniciativa para regular la unión civil entre parejas del mismo sexo en el próximo periodo del Legislativo.

La CC de Colombia le había dado al Congreso un plazo que vencía en junio de este año para reglamentar este tipo de uniones. Si se vuelve a desaprobar una segunda iniciativa, sería ahora la Corte Constitucional la que se encargue de reglamentar esta unión.

A la CC, Falla le pidió actuar en consonancia con la determinación del Senado. “Que exista una coherencia, porque finalmente es la voluntad del pueblo la que ellos tienen que respetar y la voluntad, sobre todo manifestada y escrita en la Constitución, la cual no se puede cambiar”, manifestó.