La corte no ha devuelto el pasaporte a DSK debido a que la acusación no ha retirado los cargos, el caso se mantiene abierto y él, por lo tanto, no podrá dejar el país. Poco después de las 17.30, el socialista galo ha abandonado el tribunal acompañado de su mujer, Anne Sinclair. El juez ha levantado el arresto domiciliario. La siguiente vista será el 18 de julio.

«Entiendo que las circunstancias del caso han cambiado sustancialmente», ha manifestado Obus. «Comparto que el riesgo de que él no estuviera aquí ha disminuido. Libero al señor Strauss-Kahn bajo su palabra de honor», ha proseguido el juez, quien ha manifestado también que continúa la investigación «sin prisas» para reexaminar el caso.

El exjefe del FMI se enfrenta a cargos de intento de violación, agresión sexual y abuso sexual. Uno de los abogados de Strauss-Kahn ha anunciado que pedirán que se retiren todos los cargos. Por su parte, el letrado de la acusación ha calificado de «mentira» que la relación mantenida entre el político francés y la camarera fuera consentida, como mantiene la defensa.

Strauss-Kahn fue detenido el 14 de mayo cuando iba a tomar un avión hacia París, acusado de agredir sexualmente a la camarera que limpiaba su habitación en el hotel Sofitel de Nueva York.

Durante estas semanas, los investigadores han hallado grandes lagunas que ponen en duda la credibilidad de la presunta víctima, una guineana de 32 años, de acuerdo con dos fuentes policiales citadas por The New York Times, según las cuales ha mentido repetidamente.

Aunque las pruebas forenses muestran de forma inequívoca que hubo un encuentro sexual entre Strauss-Kahn y la mujer, los fiscales ahora dudan de la mayor parte del relato que hizo la camarera sobre las circunstancias del supuesto ataque y sobre su propia biografía.

Especulación sobre el futuro

El inesperado giro del juicio de Dominique Strauss-Kahn causado por el descrédito del testimonio de la empleada de hotel, revelado por el New York Times, y la puesta en libertad,  han desatado una ola de expectación en Francia.

Mientras, la clase política —en especial la izquierda— se interroga sobre el futuro político del que hasta el 14 de mayo era el político francés más popular, carbonizado después de que se le viera esposado camino de la cárcel.

La noticia es un bombazo informativo que da de lleno en el Partido Socialista francés (PS), al que pertenece DSK, formación envuelta ya en un imprevisible proceso de primarias, más imprevisible que nunca. La pregunta es clara: ¿Podrá DSK, al que todo el mundo daba ya por amortizado, presentarse o, al menos, jugar un papel importante en estas primarias? ¿Aún tiene posibilidades de ser el rival de Sarkozy en las presidenciales del 2012.