España es vulnerable a verse infectada por la crisis de deuda soberana que ya ha afectado a otros países de la zona euro, si no toma más medidas para impulsar la parte de su economía que es menos competitiva,  alertó ayer el semanario inglés The Economist.

El artículo «Doble personalidad», señala que si bien la economía española es más grande y fuerte que la de Portugal, Grecia e Irlanda, cuyas finanzas han tenido que ser rescatadas, tiene ciertas características que la exponen al peligro, como la baja competitividad y un alto déficit de cuenta corriente. Los expertos de la revista detectan áreas en las que el Gobierno debe intervenir para subsanar esos aspectos, como por ejemplo en materia fiscal. En este sentido, apuntan a que las autonomías, que tienen bastantes competencias impositivas, deberían aplicar recortes presupuestarios como lo hace el Ejecutivo central, para cumplir el objetivo de reducir el déficit al 6% del PIB.

Y lo más preocupante, añaden, es el aumento del desempleo (20,9% en mayo), el más alto de la UE, con una tasa  juvenil del 44,4%. La principal razón, afirman, es la poca flexibilidad del mercado laboral español, donde resulta difícil despedir a trabajadores antiguos, que acumulan incrementos, lo que se contrarresta con la proliferación de contratos temporales para nuevos empleados.

El semanario advierte, además, que los mercados permanecerán inquietos si estas reformas se ralentizan con vistas a las elecciones generales de marzo del 2012.