La acusación es seria y, si es reconocido culpable, se arriesga a una pena de 30 años de cárcel, afirma el diario La Repubblica, tras precisar que “el robo de la correspondencia de un jefe de Estado”, en este caso el Sumo Pontífice, “es un delito equivalente a atentar a la seguridad del Estado”.

Apodado Paoletto, Paolo Gabriele, de 46 años, romano, siempre muy elegante, vive con su mujer y su tres hijos en un edificio del interior del Vaticano, del que posee la nacionalidad. Es uno de los muy escasos laicos que tienen acceso a los apartamentos del Papa.

El hombre, que está implicado en un caso que se parece a una novela del estadounidense Dan Brown, está siempre cerca del Papa, sea en sus apartamentos privados o durante sus viajes. “Es el primero y el último en ver al Papa”, dice el Corriere della Sera.

Perfil. Paolo Gabriele, mayordomo de Benedicto XVI desde 2006, ayuda todos los días al Papa a vestirse hacia las 06.30 y no lo deja un instante casi todo el día, sirviéndole sus comidas, acompañándolo antes de irse a las 19.30 tras servir la cena.

Gabriele “ama tanto al Papa que no lo traicionaría nunca”, afirmó, bajo condición de anonimato, un prelado ante el cual el mayordomo se confesaba en el pasado, citado por el diario La Stampa. “Conozco a Paolo desde hace años. Lo seguí espiritualmente y puedo testimoniar que encontré a una persona amante de la Iglesia y dedicado a los papas, antes a Juan Pablo II y ahora a Benedicto XVI”, agregó.

“Nunca oí hablar mal de él o chismes a su respecto y créanme que eso es más bien raro, pues desgraciadamente en nuestro medio se escucha hablar muy mal de la gente”, dijo el hombre, calificado de “Monseñor” por el diario. Este prelado avanza la hipótesis, sin profundizar, de que Gabriele, calificado de “simple e ingenuo”, sería víctima de un conflicto con alguien “muy poderoso” en el Vaticano.

Complot. Para el diario La Repubblica, Gabriele es uno de los instrumentos de un grupo no identificado de “cardenales, arzobispos y monseñores” que preparan “un verdadero golpe de Estado” en el Vaticano.

El objetivo de ese grupo es “tomar el control de la Secretaría de Estado”, o sea, el gobierno del Vaticano, actualmente dirigido por el cardenal italiano Tarcisio Bertone, considerado como un fiel de Benedicto XVI, y “luego sucesivamente conquistar el Cónclave con un papa salido de sus rangos”.

“Los cerebros que concibieron el plan son los mismos que suministraron a la prensa los documentos secretos a través de topos, con el objetivo de sembrar el caos y tumbar al gobierno vaticano”, agregó el diario. La gendarmería vaticana detuvo a Gabriele el miércoles y halló documentos confidenciales en su casa, un mes después de la creación de una comisión de investigación en el Vaticano, compuesta por tres cardenales y encargada de aclarar las filtraciones.

La Iglesia al descubierto

Reemplazo

Gabriele reemplazó a Angelo Gugel, quien estuvo durante años al servicio de Juan Pablo II.

Libro

Salió publicada en Italia la obra ‘Sua Santita’, que reproduce documentos secretos dirigidos al Papa.