A ver cómo nos va con el vasco
La selección nacional juega su séptimo partido premundialista, urgida por sumar puntos
Xabier Azkargorta es uno de los dos seleccionadores que debutarán hoy en las eliminatorias camino al Mundial Brasil 2014 —el otro es Gerardo Pelusso, en filas de Paraguay— y al vasco le toca afrontar un complicado partido en su regreso a la competición oficial, cuando esta tarde (17.00) Bolivia visite a Ecuador en el estadio Atahualpa, de Quito.
Azkargorta, el español que condujo a la Verde a la Copa Mundial de Estados Unidos 94, regresa al mando 18 años después, ilusionado con repetir aquella hazaña a pesar de que la selección, antes dirigida por Gustavo Quinteros, dejó escapar seis de los nueve puntos disputados en casa y obtuvo sólo uno de los nueve que se pusieron en juego afuera.
Bolivia ocupa el noveno y penúltimo lugar en la tabla de las eliminatorias —por encima de Perú— con cuatro unidades después de seis partidos jugados; en cambio, Ecuador está en cuarta posición —el último cupo directo para la clasificación a la próxima Copa del Mundo— y su fuerte han sido sus actuaciones como local, pues ha ganado en el Atahualpa los tres encuentros (nueve puntos) que hasta ahora ha jugado, y también es favorita para imponerse en esta séptima jornada.
En su segunda vez como DT de Bolivia, Azkargorta se estrenó hace unas semanas en un amistoso contra Guyana, cotejo —jugado en Santa Cruz— que la selección sacó a flote con un triunfo 2-0 (con goles logrados en los últimos minutos); pero lo más llamativo de esta su vuelta ha sido la decisión de aplicar un ‘dibujo’ táctico idéntico al que caracterizó a Bolivia entre 1993 y 1994, con una línea de tres en el fondo, dos laterales volantes, cuatro mediocampistas repartidos entre la contención y la creación, y sólo un atacante.
La selección nacional, primero al mando de Erwin Sánchez y después de Gustavo Quinteros —dos pupilos de Azkargorta en aquel histórico equipo boliviano—, ha jugado los últimos seis años con línea de cuatro en el fondo (4-4-2 y sus variantes), un sistema que el Bigotón se animó a descartar de la noche a la mañana para implementar el suyo, intentando que los jugadores lo asimilen en casi dos semanas de entrenamiento previo a la incursión a Ecuador.
Bolivia no contará hoy con tres jugadores que en principio estaban en los planes del DT: Rudy Cardozo, Jhasmani Campos y Pablo Escobar, quien renunció a la Verde; en cambio destaca el regreso del capitán Ronald Raldes, del mediocampista Mauricio Saucedo y el debut en eliminatorias del joven volante Pedro Azogue.
Ni los jugadores saben la formación
El técnico de la selección nacional, Xabier Azkargorta, cumplirá su palabra de anunciar a último momento la alineación de Bolivia para esta tarde, porque hasta ayer ni los futbolistas la conocían de su propia voz. Al llegar a Quito dijo que ya tenía la formación en mente, pero no dio ninguna pista, y tampoco ayer, en la práctica abierta, en la que el plantel hizo el reconocimiento oficial de la cancha del estadio Atahualpa.
La sesión duró algo más de una hora y fue distendida. Los jugadores trabajaron primero por parejas, luego formaron dos grupos para moverse en espacio reducido, aspecto en el que había incidido en las prácticas en La Paz, una labor que sirve para que los futbolistas mejoren la agilidad y la precisión en desplazamientos cortos. Cuando Azkargorta se retiraba del estadio, alguien le preguntó si iba a dar la formación, a lo que respondió: “Con todo gusto, pero el viernes”.
El DT les comunicará su decisión a los jugadores media hora antes del almuerzo, en la charla técnica en el hotel. Es poco probable que haga cambios respecto a las prácticas en La Paz. Él mismo admitió que no sería responsable de su parte modificar una estructura faltando sólo horas para el compromiso.
Tras el almuerzo habrá una hora de descanso. La salida desde el hotel de concentración rumbo al escenario deportivo está marcada para las 15.30, hora y media antes del lance programado por la FIFA. El grupo no tuvo ningún inconveniente desde su llegada a Quito, donde recibió atención esmerada de parte de la federación anfitriona.