El vasco regresa, 19 años después
Dirigió cinco partidos en el Siles, el último fue una goleada a Venezuela
Cuando Xabier Azkargorta ingrese esta tarde al templo del fútbol boliviano, lo hará 19 años después de la última vez que dirigió a Bolivia en ese escenario. El 22 de agosto de 1993 Bolivia le ganó a Venezuela 7-0 por las eliminatorias y dio el penúltimo paso para clasificarse al Mundial de Estados Unidos. Esa tarde hubo fiesta en Miraflores.
Casi dos décadas después el Bigotón, que se hizo querer en esos dos años (1993-1994) en que cumplió su primer periodo como DT de Bolivia, ha conseguido que el recuerdo de ese logro se traslade al presente y genere gran expectativa para ver a “su selección” frente a la peruana.
A Azkargorta —a su regreso— se le atribuye en buen porcentaje que se hubieran agotado las localidades día antes del partido contra Perú, y que la selección consiguiera capturar de nuevo a la gente, a pesar de que en los siete partidos anteriores de la actual competición no le fue bien.
Difícil imaginarse un estadio lleno para ver a un equipo que en siete encuentros perdió cinco veces, empató una y ganó otra. Y que de nueve puntos que le tocó jugar en La Paz dejó escapar seis, poniendo en serio riesgo su chance de pelear por la clasificación al Mundial brasileño.
El vasco tiene un imán con el cual ha conseguido capturar de nuevo a la gente y que ésta vuelva a creer en la Verde. De hecho, desde su retorno a la dirección técnica las cosas han cambiado y eso se nota en cada concentración.
Niños y jóvenes, muchos de los cuales no habían nacido cuando Azkargorta llegó al país por primera vez, han alegrado a la selección más de una vez en las prácticas, regenerando una relación —un idilio entre los futbolistas y la afición— que se había perdido en los anteriores procesos y que los jugadores asimilan hoy en día como un incentivo más para jugar y pelear por la clasificación.
Cuando el 17 de julio pasado firmó su contrato con la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Bolivia había logrado reconquistar a Azkargorta. Tres meses después ha sido el vasco quien ha hecho lo mismo con la afición, que esta tarde llenará el Siles como en los mejores tiempos de la Verde.
Será la sexta vez que el Bigotón dirija a la selección en ese mítico escenario: la primera fue una derrota contra Chile en un amistoso antes de que Bolivia emprendiera el viaje rumbo a Ecuador para participar en la Copa América de 1993. Entonces el DT salió de la cancha silbado como consecuencia del resultado. Los cuatro partidos siguientes se fue ovacionado: todos terminaron en victorias, y no triunfos cualquiera, porque fueron el pilar de la clasificación a un Mundial. Cuando el vasco salte esta tarde a la cancha, esa ovación seguramente se repetirá en el Siles, después de 19 años.
No quedan entradas y se jugará a estadio lleno
Como no sucedía hace años en partidos de Bolivia como local por las eliminatorias mundialistas, las entradas para el lance contra Perú se agotaron ayer. A eso de las 17.00 fue vendida la última.
De acuerdo con el informe ofrecido por Wálter Saavedra, supervisor de la venta, fueron vendidas las 29.573 entradas puestas a disposición de la gente. A ese número se suman los 3.887 abonos, además de las 3.100 personas que han sido invitadas por la FBF. En total serán 36.560 personas en el estadio Hernando Siles. El aforo total es de 41.104 espectadores, pero por norma FIFA de seguridad se vende menos el 10% de la capacidad.
“No recuerdo haber volteado taquilla para partidos de selección, es una buena noticia”, sostuvo. Rememoró que el 1 de abril de 2009 hubo un buen ingreso cuando Bolivia goleó 6-1 a Argentina. “Ese día se agotaron las entradas para curvas y recta, pero en preferencia quedaron disponibles. Mañana (por hoy) se verá el estadio Siles repleto”.