El Tigre toca fondo; ‘Inde’, la gloria
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Ricardo Bajo, columnista de La Razón
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Introducción: la cancha blanca de Real Santa Cruz se viste de gualdinegra. El Tigre llega a la última fecha dependiendo de sí mismo para ser campeón, para terminar con el maleficio de los siete subcampeonatos seguidos. Independiente y Always Ready sueñan con la hazaña. Díaz no mueve nada: la única novedad es Mateos, de central junto a Castillo. El resto son los mismos con Chura, como juvenil y los hermanos Sagredo de laterales. Arriba, Reinoso hace pareja con Blackburn.
Nudo: la primera noticia de la tarde llega de Montero. Independiente se adelanta contra Guabirá (0-1) y sueña con ser campeón 18 años después. Castillo y Reinoso salvan dos pelotas sobre la línea del arco de Daniel Vaca. El partido de Always Ready en Cochabamba arranca con seis minutos de retraso. La primera jugada peligrosa del Tigre llega, recién, al cuarto de hora. The Strongest no parece disputar una final y carece de todo: de juego, de garra, de compromiso, de liderazgos. Aurora cumple y coloca un 2-0 de no creer. A las tres y media de la tarde, el empate de Guabirá (1-1) pone al Tigre como campeón. Es un espejismo. Real mete pierna fuerte ante la apatía/desgana stronguista. El gol de García hace justicia al marcador: a las 15.45 hay partido extra entre “Inde” y el gualdinegro.
Desenlace: tras un vergonzosa primera parte, el “Derribador” reacciona a puro centro. Díaz mete a Cardozo (por un Chura desaparecido), a Barbosa (por Quiñónez) y a Demiquel (por Mateos, el mejor hombre de la cancha). Tres remates de la visita no hallan destino de gol: ni el “Toro” ni Reinoso, ni Willie afinan la puntería. Guabirá cumple (2-1) y a las 16.20 el Tigre es campeón sin merecerlo). El 3-1 de Aurora contra el CAR allana aún más el camino. Entonces Sagredo y Castillo se hacen expulsar: es un Tigre pésimo, con todos los males del torneo. Es la descomposición de una institución sin brújula: con un presidente interino, con un técnico mediocre (el tercero del año) y con un plantel que pide a gritos una renovación total.
Post-scriptum: Independiente, del “Loco” Robledo, da la vuelta al “score” (2-3) y es el justo campeón tras ascender el año pasado. Always Ready también remonta (3-4) y se mete en fase de grupos de la Libertadores, como segundo. El Tigre regala la Copa y tres millones de dólares. Es un fin de ciclo, es hora urgente de votar por un nuevo presidente. El Tigre ha tocado fondo; “Inde”, la (merecida) gloria.