D’Alessandro cuelga los botines con el Inter de Brasil en medio de ovaciones y gol
Capitán, '10' e ídolo del 'colorado gaúcho', D'Alessandro dio por terminada su laureada etapa como futbolista, en la que también vistió la casaca de la selección argentina, dos días después de cumplir 41 años.
En medio de ovaciones, gol y lágrimas, el volante argentino Andrés D’Alessandro puso fin a 22 años de carrera este domingo en el partido que el Internacional de Porto Alegre venció 2-1 a Fortaleza en el campeonato de Brasil.
Capitán, ’10’ e ídolo del ‘colorado gaúcho’, D’Alessandro dio por terminada su laureada etapa como futbolista, en la que también vistió la casaca de la selección argentina, dos días después de cumplir 41 años.
Casi 37.000 personas asistieron al estadio mundialista Beira-Rio, hogar del Inter, para despedir a un hombre que defendió la camiseta roja desde 2008, con algunas interrupciones para jugar en River Plate de Argentina, en 2016, y en Nacional de Uruguay, en 2021.
Y el ‘Cabezón’, que regresó a Brasil en enero tras su paso por el balompié charrúa, donde ganó la Supercopa uruguaya, no los defraudó.
Inicialista en el choque contra los nordestinos, anotó el tanto del empate en el minuto 45+7 con un bombazo de izquierda que dobló las manos del portero Max Walef.
«Hoy tenía tantas ganas de jugar como aquel primer día en que me volví profesional. Recibí la oportunidad de jugar y lo que sucedió después lo voy a guardar para el resto de mi vida. Mi mamá, mi papá y mis amigos están aquí. Y el hincha lo merece», dijo en el intermedio.
Fue sustituido en el minuto 70 en medio de saludos del árbitro y de los rivales y de aplausos de los aficionados. Llorando, se abrazó con algunos compañeros y se sentó en el banquillo hasta el final del encuentro, cuando el club le rindió un homenaje y se despidió de la ‘torcida’.
Talento y trofeos
D’Alessandro, segundo jugador con más encuentros disputados con Internacional (529 cotejos y 97 goles), conquistó a los aficionados con sus pícaras jugadas de potrero y la severidad de su zurda, precisa tanto para rematar como para asistir.
Pero también debido a los trece títulos que alzó con ese equipo del sur de Brasil: Copa Sudamericana-2008, Copa Suruga Bank-2009, Libertadores-2010 y Recopa Sudamericana-2011, además de nueve torneos del estado de Río Grande del Sur.
Por sus actuaciones de colorado fue galardonado como el Mejor futbolista de América en 2010, premio que entrega anualmente el diario El País de Montevideo.
Con fama de rebelde en el comienzo de su carrera, una reputación que atenuó con el correr del tiempo, al Inter llegó tras un paso fugaz por San Lorenzo de Argentina y una estadía de cinco años en Europa en Wolfsburgo (Alemania), Portsmouth (Inglaterra) y Real Zaragoza (España).
En el Viejo Continente aterrizó tras tres temporadas en River, equipo al que llegó de adolescente luego de dar sus primeros pinos en Argentinos Juniors y en el que debutó en mayo de 2000.