Ecuador, la utopía (im)posible
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
Imagen: Archivo La Razón
Ecuador fue a su primer mundial en 2002. No pasó de la primera fase. Repitió cuatro años después en Alemania y clasificó a octavos. En ese partido se traicionó así mismo y jugó creyéndose menos ante una pobre Inglaterra con David Beckham y Michael Owen de estrellas. Su tercera Copa del Mundo llegó en Brasil 2014, eliminada al quedar tercero en su grupo tras Francia y Suiza. Este es su cuarto Mundial y la cosa pinta mejor.
Gustavo Julio Alfaro, el técnico argentino que asumió en plena pandemia, ha escrito un libro. Se llama “Cazadores de utopías imposibles¨. Parece el título de una antología de legendarios exploradores en búsqueda de territorios desconocidos, de oasis sin nombre, de selvas ocultas.
El Mundial 2022, comprado-corrompido por el vil dinero, se juega en Qatar, una monarquía absolutista que ha ganado terreno al desierto y ha perdido en libertades y derechos. A nadie le importa. No es el primer torneo que se disputa en un país controlado por una dictadura. Somos capos en mirar para otro lado.
Cuando la Federación Ecuatoriana de Fútbol contrató al hijo de Johan Cruyff, Jordi, para dirigir a la selección, éste renunció nada más comenzar y dijo: “no hay proyecto estable”. Llegó en enero de 2020 y se marchó en julio. Le pagaron por 52 días de trabajo, no por los siete meses. Por aquel entonces, un club como Independiente del Valle ya había ganado la Sudamericana.
El éxito del fútbol ecuatoriano puede ser graficado con el ejemplo de Independiente, que en 2009 era un club de segunda. Antes, el “milagro” se llamó Liga de Quito. Las dos palabras que explican todo son trabajo y planificación. Las otras dos claves son: reingeniería institucional y unión de los dirigentes, de todos, sin importar colores.
Independiente labura con mimo sus divisiones inferiores, tiene a 120 chicos estudiando primaria y secundaria en sus instalaciones; forma personas antes que jugadores. Es un ejemplo en modelo de gestión y “scouting” de futbolistas. En la victoria de Ecuador en el debut contra Qatar, este equipo valluno aportó seis titulares.
Los de Alfaro, ex técnico de Boca, mostraron una superioridad aplastante en la primera parte ante una Qatar pseudo-amateur, desconectada. Luego sacaron el pie del acelerador y la Tricolor perdonó un “score” abultado (uno de sus hándicaps es la falta de gol). Se jugarán el pase con Países Bajos y Senegal. Este puede ser su Mundial, si se atreven. Cuando llegó Alfaro, los “referentes” le sacaron el apoyo, entonces el argentino apostó por la juventud. Nadie puede quitarle a Ecuador la chance de volver a soñar. Esta vez no debe ponerse límites, esta vez la utopía puede ser posible.
(20/11/2022)