Saturday 27 Apr 2024 | Actualizado a 06:38 AM

Alf Common comenzó todo

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 4 de febrero de 2024 / 20:39

Acababa de terminar la primera rueda de la temporada 1904-1905 en Inglaterra. En un intento desesperado por salvarse del descenso, el Middlesbrough pagó al Sunderland 1.000 libras esterlinas por el goleador Alf Common.

El profesionalismo llevaba apenas dieciséis años en la cuna del fútbol y mucha gente aún consideraba indecente cobrar por jugar, incluso que se pagara por un traspaso. Las mil libras generaron escándalo.

 La prensa habló de “carne y sangre a la venta”, dando a entender que los jugadores eran objeto de esclavitud. También escribió: “estamos tentados a preguntarnos si los futbolistas llegarán a ser rivales de los caballos pura sangre de carreras en el mercado”.

No es que Common hiciera la gran Haaland, apenas anotó 4 goles en los diez partidos que quedaban de campeonato, pero contribuyó a mantener la categoría. En su debut, el Middlesbrough, que no ganaba un partido como visitante desde hacía dos años, se impuso a domicilio al Sheffield United por 1 a 0 y el corpulento Alf marcó el gol mediante un penal.

Por el altísimo precio de su transferencia en aquella época, figura entre las 100 leyendas del fútbol inglés. Con Common comenzó la carrera de los fichajes, convertida luego en parte esencial de la actividad. El fichaje de Alfredo Di Stéfano es el hito supremo en la vida del Real Madrid. Él lo convirtió en lo que es.

En marzo de 1963, un ragazzo de 18 años que venía descollando en la Serie C con el Legnano pasó al Cagliari, de la Segunda de Italia: era Gigi Riva. Un pase intrascendente. “Después de derrotar a España en Roma en un partido de juveniles con la selección, mi entrenador en el Legnano me dijo que me habían vendido. Yo pensé que al Bologna, pues había visto en La Gazzetta que me seguían. O al Inter, del cual era hincha. Pero no: me traspasaron al Cagliari. Fue como si me pegaran un tiro, no me parecía un buen destino”, recordó Riva años después.

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Cerdeña era una isla en el sur, completamente apartada y despreciada por el poder político, social y económico del norte. “Una tierra de pastores y bandidos”, criticaban. “Eran años en los que decir ‘te mando a Cerdeña’ era una forma de mandar a la gente a un sitio terrible”, refería Gigi. Pero agachó la cabeza y firmó, como debían aceptar todos los futbolistas de antaño. Ellos no decidían, simplemente el club les decía “te vendimos a tal equipo”. Un dirigente llamaba a otro y preguntaba “a cómo está el kilo de Riva”. Y, si les convenía, compraban.

Sesenta y un años después, River se interesó en Rodrigo Villagra, buen jugador de Talleres de Córdoba. Hubo algunos tironeos lógicos en la negociación, Talleres pedía 10 millones de dólares, River se estiraba hasta 7. Entre oferta y demanda, y ante el temor de que la operación se cayera, Villagra amenazó al presidente de Talleres, Luis Fassi: “Si no me vendés a River nos vamos a tener que cagar a trompadas”. Un caballero, Villagrita. River finalmente convino pagar 8 millones y Villagra ya es millonario. Acordó un vínculo por cuatro años. La pregunta es: ¿si mañana le llega una oferta del Milan o el Chelsea, también querrá trompear al presidente de River…?

Entre Gigi Riva y Rodrigo Villagra hay un mundo. El resultado es que los futbolistas son los dueños absolutos del fútbol. Ni la FIFA ni los clubes ni los patrocinadores: ellos. Y los contratos tienen un valor relativo, apenas sirven para resguardar las cifras (resguardarlas para el jugador), pero ninguna validez en cuanto al tiempo. Si el club no paga, la FIFA lo intima, lo sanciona, lo puede descender de categoría o incluso desafiliar.

Si es necesario, el futbolista le hace rematar la sede o el estadio, pero cobra siempre. Por el contrario, si el jugador quiere irse por recibir una oferta sustanciosa, se va, aún con contrato vigente. Nadie puede detener a un protagonista cuando desea marcharse. Ni el Bayern Munich pudo hacerle cumplir a Lewandowski lo que tenía firmado. Dijo “no juego más en el Bayern” y no se presentó a la pretemporada. El multicampeón alemán tuvo que aceptar lo que le dieron y el goleador enrumbó a Barcelona. En esos casos la FIFA no abre la boca. FIFA les tiene pánico a los futbolistas, hace lo que sea para agradarles. La FIFA vive inventando torneos para generar más y más dinero, y necesita que jueguen. No hay baile sin bailarines. FIFA no repara en que el club es la base de la pirámide. Sin clubes tampoco hay circo. En el principio de los tiempos, los clubes se unieron y fundaron las asociaciones, y las asociaciones crearon la FIFA.

El club pone el estadio, los hinchas, contrata a los futbolistas, a los técnicos, organiza el espectáculo, emplea a decenas de funcionarios, vende las entradas, se encarga de la seguridad del espectáculo, la sanidad, el transporte de las delegaciones, la difusión, vela por el comportamiento del público, invierte sumas siderales en fichar refuerzos, monta las divisiones formativas para generar nuevos cracks… Y está bajo la bota de la asociación, la confederación, la FIFA y los mismos jugadores. Éstos, si les va mal exigen hasta el último centavo del contrato. “Es lo que se estipuló”. Si les va bien piden aumento o se quieren ir antes. Y alguno que otro devuelve una pequeña parte de lo que recibió al llegar. Porque ese es otro tópico: cambiar de club permanentemente rinde. Lo más sustancial, lo que se cobró al principio, rara vez tiene retorno.

En una gruesa mayoría de casos, el club forma al jugador desde los 13 ó 14 años. Le proporciona profesores, médicos, infraestructura, contención anímica, competencia para que se desarrolle, muchas veces ayuda a sus padres. Cuando llega a Primera, el joven se olvida de todo, quiere un dinero o se va. El dueño de su destino es su representante. El dirigente no puede hacer nada. Hay una idea, completamente equivocada, de que los clubes manosean a los futbolistas o los engañan. Es justo al revés.

Dembelé fue una ruina para el Barcelona. Pagó por él 135 millones de euros al Borussia Dortmund, le hizo un contrato de 14 millones anuales por 5 años (70 M€), a los que debe agregarse la comisión del agente (otros 20 M€). Total, 225 M€. Estuvo 784 días lesionado más otros 26 suspendido (810 días inactivo). En 6 años marcó apenas 42 goles. No se recuerda que ganara un partido por Dembelé el Barsa. Si alguna vez salió campeón fue por el resto del equipo, no por él. Cuando Xavi le había dado plena confianza y debía acometer su séptimo curso, dejó de ir a entrenar y se declaró en rebeldía para forzar su pase al Paris Saint Germain. Por supuesto, el Barça tuvo que liberarlo. Recuperó, al menos, 50 millones. En el libro negro de las desgracias, Dembelé pelea el primer puesto.

Antiguamente los clubes ejercían un dominio desmedido sobre el jugador, había un sometimiento arbitrario: “si no firmás por lo que se te ofrece te colgamos”. La Ley Bosman cambió radicalmente la ecuación. Ahora los clubes son explotados por los jugadores. En Perú, para normalizar la economía de los clubes se puso un tope de 25 profesionales por plantel. Inmediatamente los integrantes de la Selección (Paolo Guerrero, Luis Advíncula, Pedro Gallese, Pedro Aquino, Piero Quispe, Luis Abram, Miguel Araujo) advirtieron que no jugarán los próximos amistosos si no se vuelve al número de 27 atletas con contrato porque la medida afecta al gremio. Aunque sean malos, hay que asegurarles la pega.

Se pasó de un extremo al otro. Hoy, el fútbol tiene un único amo: el jugador.

(04/02/2024)

El fútbol estaba esperando algo así

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 20:42

Tiene una sola mancha en su impoluta tarjeta de presentación como nuevo crack de dimensión global: dos lesiones de ligamentos en sus rodillas. Una, leve, a los 16 años, que lo paró mes y medio, la otra a los 18, severa, lo mantuvo nueve meses fuera de las pistas.

Las rodillas suelen ser un verdugo implacable en el fútbol, han malogrado o mermado cientos de carreras prometedoras.

Al margen de esos dos puntos oscuros, todo lo que promete Florian Wirtz es luminoso, un sol que abarca entero el mapamundi de la pelota.

Es, sin duda, la mayor aparición reciente del fútbol mundial en cuanto a talento, un alemán a la sudamericana: gambeta limpia y hacia adelante, pase magistral en profundidad, inteligencia, vocación ofensiva, mentalidad ganadora, magnífico remate de derecha, el mapa de la cancha en la cabeza… Todo barnizado con alta condición técnica. Es la píldora perfecta de Bayer.

¿Qué parecido tiene con Haaland o Mbappé…? Ninguno, estos son futbolistas de potencia, exclusivamente vinculados al gol. Para empezar, Wirtz es un 10 clásico, juega y hace jugar. No es corpulento, apenas 1,76 de estatura y 70 kilos. Y es todo calidad, creatividad.

Sería como comparar a Batistuta con Zidane. Para que haya gol primero debe crearse la situación de gol. De eso se encarga Wirtz. Y también convierte. Sus números hablan bien: 17 goles y 19 asistencias en lo que va de temporada. No obstante, dio muchos más pases mágicos. Sucede que el pase-gol se valora si el definidor acierta.

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Es el caso de Messi, debe haber puesto dos mil mano a mano en su trayectoria, pero sus compañeros convirtieron sólo un 20 por ciento, y eso es lo que finalmente se le adjudica al asistidor.

Ciento veinte años esperó el Bayer Leverkusen para ser campeón de Alemania. Lo fue justo ahora, con la irrupción estelar de este chico de 20 años. No es casual. Siempre que surge un gran crack pasan cosas trascendentes en los clubes. Está el trabajo de Xabi Alonso, una obra maestra, el aporte notable de todo el equipo, y la cuota diferencial de Florian Wirtz. Ciento veinte años y el día tan soñado fue mejor en la realidad que en el sueño: ganó el Bayer 5 a 0 y Wirtz hizo triplete. El título adquiere el rótulo de hito porque viene a romper 11 consagraciones seguidas del Bayern Munich. Y el frenazo del gigante bávaro tiene mucho que ver con Wirtz. Todo tiene que ver con él. Aparece y pum… sucede algo trascendente.

Los futbolistas son como las huellas dactilares: no hay dos iguales. Sí tienen reminiscencias. Hay en él algo de George Best, su atrevimiento, el geniecillo de cara aniñada que te hará un daño; los movimientos y la vivacidad de Platini, incluso un gran parecido físico. Y si volvemos a la patria, unas gotas de Littbarski. Pero nada que ver con las leyendas germanas que lo precedieron. Ni con Beckenbauer ni con Gerd Müller ni con Rummenigge. Es otro molde. Florian Wirtz es el producto de salir a jugar en la placita después de haber mirado la tele. Vio a los de afuera. Los genes le entraron por los ojos.

«Hay buenos jugadores y hay jugadores ‘bonitos’, que hacen cosas espectaculares, pero no necesariamente eficientes”, dice Xabi Alonso, el arquitecto del Bayer sensación de Europa. ¿Por qué Messi es tan bueno? Porque sabe cómo y cuándo jugar con pases simples. Messi dice: ‘¿Estás en una mejor posición? ¡Aquí tienes la pelota!’. No siempre se trata de hacer el movimiento más brillante, sino el mejor y más inteligente. Florian puede hacer eso. Por eso es tan bueno», explicó el vasco. Y remató: “Florian es un regalo para mí como entrenador. Es un jugador diferente al resto”. Lo curioso es que, después de asumir en el Bayer, Alonso debió esperar varios meses para “conocer” futbolísticamente al joven maravilla, pues estaba en rehabilitación tras ser operado. Pero apenas estuvo sano le hizo lugar.

«Ahora, después de la lesión, disfruto más de los entrenamientos, de jugar con el balón, del fútbol de posesión… Me siento muy bien, en forma. Me encanta recibir y acelerar y, si puedo marcar goles, mucho mejor», declaró el ya ídolo del BayArena. A pesar de su carácter introvertido, fue el más aclamado en la celebración de la Bundesliga por los aficionados, que le apodan ‘Fußballgott’ (Dios del fútbol). Cuando metió su tercer gol ese día, el público se olvidó que era alemán e invadió la cancha. Centenares se le fueron encima a querer abrazarlo. Florian no tuvo miedo, sabía que era una avalancha de cariño.

Transfermarkt le subió la cotización a 110 millones de euros. Y volverá a aumentarla en breve. Son acciones de oro. Pero ese es el costado antirromántico de esta historia. Poética es la carrera meteórica y bella de este muchachito (nunca tan justo el término). A los 17 años y 15 días debutó en Primera División. Y dos semanas después de eso anotó su primer gol, nada menos que al Bayern Munich y con Neuer en el arco. Así hace todo. Días pasados le dieron la titularidad en la Selección Alemana y a los 7 segundos le metió un gol colosal a Francia. El gol más rápido de la historia con la camiseta blanca. Pisa y deja huella. Y pudo ser más precoz en todo de no mediar las malditas lesiones.

Pese a ser el local, Alemania estaba tercero en las apuestas para ganar la Eurocopa en julio próximo. Con Wirtz pasa a ser favorito. Aunque ya venía regalando maravillas desde dos años antes y Hansi Flick lo tenía en cuenta, no pudo estar en el Mundial de Catar 2022 por esa maldita rotura de ligamentos en su pierna izquierda que lo tuvo 9 meses entre médicos y kinesiólogos. No se perdió nada, al contrario, se salvó del papelón alemán: quedaron eliminados en primera fase.

Ya hay una lista de clubes interesados en la joya, el primero de ellos el Bayern Munich, el temido tiburón blanco que absorbe cardúmenes de nuevas figuras. Todas. Sale una y glup, es del Bayern. Su padre y representante, Hans-Joachim Wirtz, dejó entrever que, “por el momento, todo está pensado para que Florian siga jugando en Leverkusen la próxima temporada”. Sin embargo, podrá aguantarlo un año más, ni dos. El gigante farmacéutico Bayer es dueño al ciento por ciento del club, aunque no hace pesar su poder financiero en la marcha de la institución, deja que se maneje con sus propios recursos.

Alguien debe haber perdido su puesto en el Colonia, el enemigo del barrio. Wirtz jugaba allí, en el club vecino, pero en enero de 2020 fueron a buscarlo del Leverkusen y lo dejaron ir. Es un hallazgo de Simon Rolfes, actual director deportivo de las “aspirinas”, en uno de los muchos partidos de fútbol base que vio durante sus dos años sabáticos. «Estoy feliz de muchos fichajes», confesó, aunque en este hizo cumbre: «Es un caso especial. Lo descubrí con 13 años. Cuando volví al club, lo primero que hice fue preguntar cuándo terminaba contrato con el Colonia. Me dijeron que en 2020 y se convirtió en mi prioridad. Haberle traído gratis es increíble. Ha llevado al club a otro nivel», señaló Rolfes. Wirtz tenía 16 años. A los cuatro meses asomó en el fútbol profesional. El resto está contado aquí.

Mbappé lleva nueve temporadas esperando recibir el Balón de Oro, siempre le faltó algo para coronar. Puede que llegue a diez. Si Wirtz consigue el triplete (Bundesliga, Copa Alemana, Europa League), será serio candidato. Y le queda la Eurocopa para demostrar. La platea universal lo descubrirá allí. Mbappé tiene las mismas posibilidades, pero que se apure…

(21/04/2024)

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¿Cuál es la mejor selección del mundo…?

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 23:30

La primera respuesta parecería obvia: Argentina, por ser la vigente campeona del mundo. Sin embargo, no estamos mirando para atrás sino hacia adelante. En dos meses llegan la Eurocopa y la Copa América, y en apenas dos años, el Mundial.

Hablamos de potencialidades y posibilidades. Y ha pasado un año y medio desde el triunfo de los tricampeones, en fútbol no es poco, pueden cambiar cosas. Ya vemos como Erling Haaland pasó en sólo seis meses de ser considerado un fenómeno a generar enormes dudas sobre su real envergadura futbolística. ¿Es un monstruo del gol o una estrella fugaz…? Roy Keane lo definió, acaso exageradamente, como “un jugador de cuarta”.
Año y medio, pues, es suficiente para que un equipo pierda chispa, nivel competitivo. Comencemos con quien porta la corona. ¿Mantendrá la Albiceleste el hambre de triunfo que la llevó a la gloria…? Esa es siempre la clave: llegar y mantenerse. Ser campeón, famoso y millonario hace relajar a muchos. El jugador dice “no he cambiado nada”, pero el ablandamiento es inconsciente. Es la más difícil tarea de Lionel Scaloni: mantener el ojo del tigre en la tropa.

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No es el único interrogante: Messi tendrá 37 años en la Copa América. Ahora vive entre algodones. Y ya no tiene la aceleración meteórica que fulminaba defensas. ¿Su presencia será testimonial o una vez más decisiva…? También está grande Otamendi, una roca, un defensa notable por recursos y temperamento, un Sergio Ramos sin prensa. Cuti Romero-Otamendi es una dupla formidable, pero no tienen un suplente de igual categoría. Scaloni sigue probando gente nueva, ha hecho debutar en toda su gestión 47 elementos, sin embargo, algo le dice que siga buscando. Y no encuentra tanto. Entre lo positivo debe destacarse, sobre todo, la evolución excepcional de Mac Allister, convertido en director de orquesta. Está en un momentazo. Cerebral, conductor, asistidor, rematador, con quite, gol, liderazgo. Lejos el mejor futbolista argentino por actualidad. Y la figura refrescante de Garnacho (19 años), un potro indomable que, no obstante, debe incorporar muchos conceptos todavía. El punto más alto de Argentina es que, su fuerte, más que lo individual es lo colectivo. Y el carácter del grupo.
Circula por redes sociales un gráfico con cinco selecciones posibles de Francia, como demostración de la increíble cantidad de profesionales que posee actuando en las principales ligas europeas. La variedad y vastedad de que dispone Didier Deschamps tal vez nunca la tuvo técnico alguno. Quizás Brasil entre los ’70 y los 2000. O Argentina en las décadas del ’30, ’40 y ’50. No más. Para ejemplo: como delanteros el DT puede echar mano a Mbappé, Benzemá, Griezmann, Giroud, Kolo Muani, Marcus Thuram, Dembelé, Kingsley Coman, Diaby, Nkunku, Barcola… Once atacantes que destacan y convierten en Inglaterra, España, Italia, Alemania… La misma abundancia con los defensas. Es el medio que más futbolistas desparrama en la élite. Desde hace dos décadas es el país que produce más futbolistas de calidad. Y le siguen apareciendo. Hay algunos jóvenes que pronto harán ruido: Zaire-Emery, Barcola, Malo Gusto.
Nadie dispone de tanto material. Es campeón y subcampeón mundial (2018-2022), ganador de la Liga de Naciones (2021). Si alguien dice que es hoy la número uno, ¿quién puede contradecirlo…? En las apuestas es el segundo candidato a ganar la Euro (5 €), en julio, detrás de Inglaterra (4,33 €) y por encima del local Alemania (7 €).
Portugal es, después de Francia, el fútbol que más figuras aporta en las cinco grandes ligas. Puede armar dos selecciones. En la línea media cuenta con Vitinha (PSG), Palhinha (gran relevación del Fulham), Bernardo Silva y Bruno Fernandes. Y arriba Rafael Leão, Cristiano Ronaldo, João Felix y Gonçalo Ramos. Todos top. Desde la banca, Roberto Martínez jerarquiza a Portugal. El catalán fue tercero con Bélgica en Rusia 2018 además de conquistar la Copa Inglesa con el Wigan, una autentica hazaña. Ahora tiene cartas como para ganar una partida grande.
Brasil es potencia eterna, aunque haya tenido un mal año 2023. La llegada de Dorival Junior puede despertar al gigante. Lo mejoró ante Inglaterra (1-0) y España (1-1). Seguro va a levantar el séptimo puesto de la Eliminatoria y será aspirante al título en Estados Unidos. Jugadores tiene regados por el mundo en cantidades, aunque no son los fenómenos de antes. No hay Pelés ni Zicos ni Ronaldos. Ahora son buenos comunes. Pero buenos… Vinicius, Rodrygo, Gabriel Jesús, Gabriel Martinelli, Raphinha, Endrick, Pedro (Flamengo), Lucas Paquetá, Militão, Gabriel Magalhães, Bruno Guimarães… Brasil siempre tiene qué ponerse, nunca está desnudo. Si se lo mencionara como candidato a campeón mundial sería muy atendible.
En un mismo escalón que los cuatro anteriores ubicamos a Alemania. El surgimiento de dos cracks le da estatus de favorito a cualquier torneo: Florian Witz (20 años) y Jamal Musiala (21). Jovencísimos, pero ya asentados y casi veteranos en cuanto a números. Jamal está rozando los 200 encuentros y ha ganado 4 Bundesligas y una Champions entre otras cosas. Es el jugador diferencial del Bayern Munich. Hábil y encarador. Wirtz puede llegar a ser el mejor del mundo en breve. Tiene talento, atrevimiento, visión de juego, asiste y marca. Está cerca de ganar el triplete con el Leverkusen y ya toca los 160 juegos en Primera División. Con dos elementos así y todo lo que significa Alemania (regularidad, consistencia, temple, organización de juego) puede volver al pináculo otra vez.
Esas cinco están por encima de todas y en un buen mes ganan cualquier título, por grande que fuera. Luego vienen, despegadas, otras siete dignas de mención, por presente y riqueza individual. Croacia fue segundo y tercero en los últimos dos Mundiales. Ha desarrollado una mística en torno a la camiseta nacional. Sigue Zlatko Dalić, el guía que dio vida a este milagro futbolero. Y también Modric, Brozovic, Kovacic, Perisic, Vida, Stanisic y el magnífico arquero Dominik Livaković. Como Argentina, su fuerte pasa por el conjunto.
Holanda es desde 1974 el fútbol de los nombres rutilantes y la técnica depurada. Su presente no es excepción. Sólo por nombrar defensores, se puede hacer esta lista: Van Dijk, De Ligt, Dumfries, De Vrij, Aké, Daley Blind, Frimpong (figuraza del Leverkusen). Siete de nivel AA para cuatro puestos. Si Ronald Koeman lograr sacarle jugo a la nómina, es capaz de ganar la Eurocopa. ¿Quién dice no…?
Bélgica sigue ostentando cantidad de valores que brillan en toda Europa: De Bruyne, Lukaku, Trossard, Openda, Courtois, Onana, Tielemans, Romeo Lavia… Esperamos ansiosos ver qué les agregará el ítalo-alemán Domenico Tedesco, un joven de 38 años que era empleado de Mercedes Benz y renunció para dedicarse a la dirección técnica. Nunca fue futbolista. Pero empezó tan bien en un equipo de segunda que ascendió rápido y ahora está a cargo de una selección importante.
Con Bielsa, Uruguay vuelve a ser aspirante a derrotar al que sea. Tiene plantel, compromiso y, ahora, un entrenador que lo manda al frente. Inglaterra es un caso: siempre se la sindica como candidata, nunca cumple. Italia no está en un buen momento, pero es aún el campeón vigente de la Eurocopa y España viene de ganar la Liga de Naciones con Luis de la Fuente a la cabeza. Y están llenos de tradición. Los cuatro. No se los puede descartar nunca. 

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Ni Adidas ni Puma, Nike

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 8 de abril de 2024 / 00:14

La foto es legendaria: Adolf Dassler, en persona y con buzo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), revisando los tapones (tacos) de los botines del capitán Fritz Walter en la utilería del equipo que al día siguiente sería campeón del mundo.

Fue en julio de 1954, durante el Mundial de Suiza. El fundador de la incipiente empresa Adidas, en persona, oficiando de zapatero de la Selección que asombraría al planeta fútbol.

Alemania aún juntaba los escombros de la Segunda Guerra Mundial y su selección hacía poco había sido readmitida por la FIFA en el circuito competitivo tras una larga sanción que le impedía jugar. Pero dio un golpe mayúsculo venciendo en la final a la fabulosa Hungría de Puskas. Por ello se bautizó a esa final como “El milagro de Berna”. Tal fue el impacto y la euforia que se lo sindica como “el comienzo del milagro alemán”.

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En ese idílico momento comenzó el matrimonio entre Adidas y el fútbol germano. Desde entonces, Adidas vestiría a los futbolistas alemanes. Primero fueron los zapatos, luego la indumentaria que lucieron Uwe Seeler, Beckenbauer, Gerd Müller, Klinsmann, Rummenigge, hasta el más nuevito que pinta para estrella: Florian Wirtz. Todos han lucido las célebres tres tiras en las mangas y en el hombro. Nunca hubo una relación más duradera en materia de patrocinio. Adidas se erigió en la marca líder del deporte mundial y la siempre sólida y fuerte Selección de Alemania, su emblema, el caballito de batalla con el que conquistó todos los mercados.

Más que eso, Adidas, como Mercedes Benz, se convirtió en una marca país que representa todo lo alemán: eficiencia, calidad, innovación, tecnología de punta. Puma, Nike, Umbro, Reebok, Kappa, Diadora, New Balance, todos corrían de atrás del coloso que inició este negocio del auspicio para equipos y atletas.

Adi Dassler hizo en aquel momento un doblete histórico: se asoció con la Federación Alemana y, de paso, le quitó el negocio a su hermano mayor Rudolf, dueño de Puma, otro monstruo de la industria deportiva. Ambos habían fundado una empresa familiar en 1924 dedicada a los zapatos de competición, sin embargo, diferencias de pensamiento y de filiación sobre el nazismo los fueron separando.

Y lo que fue considerado una alta traición frente al partido de Hitler por uno de ellos los tornó enemigos irreconciliables hasta la muerte. Adi logró un crecimiento extraordinario a través de los clubes y selecciones, Rudolf se quedó con un botín también notable: firmó contratos de por vida con Pelé y Maradona. Fueron suyos. Pero nunca pudo destronar a su hermano en la selección de su país.

Setenta años de romance entre Adidas y la DFB se quebraron el pasado jueves 21 de marzo con un breve comunicado de la federación tetracampeona del mundo: “La federación se asociará con Nike en materia de equipamiento desde 2027 hasta 2034. Nike equipará a todas las selecciones nacionales de la DFB y promocionará el fútbol alemán en su totalidad”.

La noticia fue un terremoto en la vida cotidiana de Alemania. ¿Divorciarse de Adidas, casi un símbolo patrio, para casarse con una firma estadounidense…? Demasiado, pensó la mayoría. Es como si capitales árabes se quedaran con Volkswagen o Lufthansa pasara a manos chinas, un nocáut al orgullo nacional.

Ocupó todas las portadas de los medios en tamaño tipo “Se hundió el Titanic”. La opinión pública en general lo tomó como “traición a la patria” y se convirtió en cuestión de Estado. Incluso se pidió al Gobierno intervenir para tirar abajo la negociación. De hecho, el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, mostró su pesadumbre: “No me puedo imaginar la camiseta alemana sin las tres rayas. Adidas y Alemania son para mí parte de un todo. Hubiera deseado un poco de patriotismo económico».

A su vez, Markus Söder, primer ministro de Baviera, fue directo, lo consideró “erróneo, lamentable e incomprensible”. Karl Lauterbach, ministro de Sanidad del país, fue más allá: “El comercio está destruyendo un pedazo de Heimat (tierra natal)”, expresión alemana que alude a la idea de hogar, pertenencia y lugar.

No obstante, el Gobierno ni nadie más puede intervenir para deshacer el acuerdo, pues se trata de una negociación privada, aunque nunca debe olvidarse que, cuando juega Alemania, la Selección conlleva la representación del país, se toca el himno y se iza la bandera nacional. Las asociaciones de fútbol son entes privados o nacionales según les conviene. Bernd Neuendorf, presidente de la DFB, se mostró horrorizado por las protestas que desató el convenio con Nike. En parte, hay que comprenderlo: la situación económica de la Federación es apremiante (The Economist la califica de “desesperante”) y la compañía norteamericana ofreció el doble que Adidas: 108 millones de dólares anuales contra 50 de las tres tiras.

Para contemporizar, Neuendorf agregó: «Estamos deseando trabajar con Nike por la confianza depositada en nosotros. La futura asociación permitirá a la DFB continuar realizando tareas clave en la próxima década con miras al desarrollo integral del fútbol en Alemania. Pero también está claro que hasta diciembre de 2026 haremos todo lo posible para lograr el éxito compartido con nuestro antiguo y actual socio Adidas, a quien el fútbol alemán le debe mucho desde hace más de siete décadas».

Adidas, también en problemas financieros y con bajísima rentabilidad, no podía permitirse igualar lo ofrecido por Nike. Acababa de anunciar que por primera vez en treinta años no tendría ganancias y que sus tiendas en Estados Unidos venderían menos este 2024. Su nuevo director ejecutivo, el noruego Bjorn Gulden, está haciendo un notable trabajo de recuperación de la empresa, afirman los portales de economía y negocios. Haber igualado la propuesta de Nike hubiese arruinado esa tarea. Adidas no tuvo otro remedio que dejarlo pasar. Seguirá proveyendo material deportivo hasta fines de 2026. En las siete décadas con la marca, Alemania ganó cuatro Copas del Mundo y tres Eurocopas con la selección masculina y dos Mundiales y ocho Copas de Europa con la femenina. Y es posible que sume una Eurocopa más en junio, antes de retirarse.

No le fue difícil a Nike duplicar el número de Adidas. La norteamericana es la mayor fabricante mundial de ropa deportiva, con un beneficio neto anual de 6.000 millones de dólares, contra 268 de Adidas en 2023.

Holger Blask, presidente del consejo de administración de DFB GmbH & Co. KG, empresa de la Federación que maneja todos sus asuntos comerciales, descartó cualquier manipulación en la decisión: «La adjudicación al futuro socio proveedor Nike es el resultado de una licitación transparente y no discriminatoria. Nike hizo, con diferencia, la mejor oferta económica y también convenció con su visión de contenidos, que representa un claro compromiso con la promoción de los deportes amateurs y populares, así como el desarrollo sostenible del fútbol femenino en Alemania”.

Pero el público sigue sin digerirlo. Una encuesta realizada por el popular diario Bild de la que participaron 400.000 lectores dio un resultado contundente: el 85% se manifestó en contra del acuerdo con el nuevo socio extranjero de la Selección Alemana. Nike es, en la mitología griega, la diosa de la victoria. A ver cómo le va con Alemania.

(08/04/2024)

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Todos empiezan a crecer

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 31 de marzo de 2024 / 21:43

La doble fecha FIFA para selecciones deja una conclusión importante para los sudamericanos: casi todos van a mejorar sus prestaciones a partir de ahora. Atención a quienes ya se ven clasificados al Mundial “porque total van siete”. Hay tres técnicos nuevos, se nota un reacomodamiento de las fichas, las posiciones de la Eliminatoria pueden cambiar y los partidos que vengan serán mucho más duros. La Copa América profundizará el progreso de varias selecciones. Hagamos un repaso…

 * Colombia, una máquina. El único invicto en la carrera hacia el Mundial 2026 también se mantiene inmaculado en los amistosos. Desde la asunción de Néstor Lorenzo (septiembre de 2022) la amarilla lleva 18 jugados, con 13 victorias y 5 empates, 30 goles a favor y 11 en contra. No obstante, números tan contundentes no reflejan el funcionamiento vistoso, veloz, intenso y ofensivo de Colombia. Y esta vez engrosó la estadística con dos rivales importantes, clasificados para la Eurocopa: España (1-0) y Rumania (3-2). Salvo el fenomenal Luis Díaz (crack 5 estrellas) y James, veterano ilustre, no hay nombres rutilantes, sí muchos buenos elementos. Pero todos los jugadores levantaron su nivel. Y aunque ya no es un chico, la aparición de John Córdoba es una noticia de bulto. El colectivo supera la individualidad. Hay un clima de fantástica convivencia interna en el grupo y eso se nota en el juego. Los hinchas ya sueñan con ganar la Copa América. Arriba de todos en el podio de los que han crecido.

* Se viene Chile. Hay entusiasmo en la patria de Neruda. En sólo dos partidos, el nuevo DT Ricardo Gareca encendió la ilusión. Chile venció a Albania (modesto rival, pero también clasificado a la Euro de Alemania) 3 a 0 y cayó con Francia 3 a 2. Sin embargo, lo trascedente fueron las formas. Gustó su juego. Gareca defiende el fútbol atildado, de buen tratamiento de balón, como implementó en Perú. Y Chile tuvo pasajes más que interesantes. “Más allá de los resultados, la Roja sacó algo en limpio de cara al futuro: volvió a ser un elenco competitivo, algo tan importante como ganar. Luego del duelo ante Albania, el escollo creció un par de escalones al enfrentarse con el poderoso Francia. En Marsella, el equipo nacional dejó sensaciones que invitan a mirar el vaso medio lleno”, escribe Carlos Tapia en La Tercera, bajo el título “La Roja le complica la existencia al subcampeón del mundo”. El primer gol ante los Bleus es un reflejo de lo que buscará Gareca: una lujosa sucesión de toques de primera con magnífica definición de Marcelino Núñez. Gol para encuadrar. A Gareca le viene de perlas la Copa América para enfatizar su idea.

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* El Brasil de Dorival. Arrancar un ciclo frente a Inglaterra en Wembley es de valientes. Dorival Júnior lo aceptó y venció Brasil 1 a 0 con gol de Endrick, el jovencito de 17 años que en junio pasará al Real Madrid. Salvo Paquetá, Rodrygo, Raphinha y Vinicius, toda una cantidad de nombres nuevos. Es otra Seleção. Luego igualó 3-3 con España en el Bernabéu. No hay duda de que Brasil levantará ese sexto puesto que ocupa en el Premundial. Hasta vuelve a ser uno de los favoritos para la Copa América. Dorival es un ganador (conquistó la Libertadores con Flamengo, amén de otra docena de logros). Y ganó un goleador para década y media con Endrick, quien también le marcó a España.

* El Perú de Fossati. “Yo creo que una palabra puede resumir todo: esperanza. Estoy contento y esperando que continúe todo igual”, declaró Juan Carlos Oblitas, excrack y actual director deportivo de la Federación Peruana. “La gente se ha vuelto a enganchar, necesitaba simplemente una pequeña chispa”, agregó. Se refería al estreno de Jorge Fossati como seleccionador, con dos triunfos, nada del otro mundo: 2-0 a Nicaragua (134 del Ránking Mundial) y 4-1 a República Dominicana (puesto 150). Pero para una selección que va última en la Eliminatoria y venía en una dinámica perdedora, es alentador. “Fossati está subordinando el juego a la posibilidad de ganar, levantar el ánimo y cohesionar un grupo. Este es un proceso de reconstrucción. Y ha incorporado algunos jóvenes nuevos”, dice el colega Ricardo Montoya. Otro que seguramente crecerá. O va a dar más pelea.

* Argentina sigue probando. Pese a ser campeón de América y del mundo, Scaloni no se conforma, sigue buceando valores nuevos. Ante Costa Rica jugó por primera vez el arquero Walter Benítez y con él suman 47 debutantes desde que asumió el DT, en septiembre de 2018. Argentina, sin Messi, venció con autoridad a El Salvador 3-0 y a Costa Rica 3-1, estirando su racha de victorias. “Me sobran jugadores”, señaló, en el sentido de que le será difícil armar una lista de 23 nombres para la Copa América teniendo tanto material. Siguen en altísimo nivel algunas figuras como Mac Allister, Cuti Romero, De Paul, Otamendi, volvió al gol Lautaro Martínez sacándose un karma de encima y por fin jugó de entrada Garnacho.

* Bolivia, una de cal y otra de… “Estoy encontrando el equipo”, adelantó Antonio Carlos Zago, el conductor brasileño de Bolivia. Que le iba ganando bien a Argelia (42 del escalafón) 2-1 hasta el minuto 79 y terminó perdiéndolo 3-2. Aún tienen los bolivianos esa fragilidad para sostener un resultado. Pero hubo elementos positivos. Luego venció a Andorra 1 a 0. También va a evolucionar en su juego. A Zago le gusta el buen fútbol. El problema es que Bolivia, junto a Perú, son los dos países que casi no producen jugadores, y esa es una barrera infranqueable. “Sí vamos a mejorar, el problema es que, del uno al diez, los otros suben siete u ocho, Bolivia mejora dos”, dice con cierta resignación Priscila Pérez, periodista de La Razón, de La Paz.

* Uruguay bajó dos casilleros. “La selección dejó una sensación de vacío que no había expresado antes con Bielsa. La derrota ante el campeón de África fue un golpe”, opina Luis Inzaurralde, del diario El Observador, de Montevideo. “Esto viene atado a lo que ocurrió el sábado pasado en Bilbao ante País Vasco, donde quedó evidenciado que la brecha entre titulares y suplentes es enorme”, amplía el columnista uruguayo. Uruguay empató 1-1 con la selección del País Vasco (jugadores del Athletic de Bilbao y la Real Sociedad, y luego, en Francia, cayó ante Costa de Marfil 2-1. Es como que lo devolvieron a la tierra al combinado uruguayo. Pero está segundo en la clasificatoria mundialista y estamos persuadidos de que no se caerá.

* Ay, Ecuador… Un triunfo interesante sobre Guatemala, que el nombre del rival minimiza, y luego una derrota ante Italia 2-0 hablan de una excursión no del todo idílica por Estados Unidos. Porque otra vez cuando aparece un rival ilustre por delante se cae la estantería. Y no era una Italia brillante, en absoluto. Pero Ecuador no tuvo respuestas futbolísticas, jugó sin un delantero de área (le faltó Enner Valencia) y aparecieron nuevamente las dudas en cuanto al funcionamiento, las críticas al entrenador catalán Félix Sánchez. El hincha lo ve como un equipo capaz de todo, le exige ganar la Copa América (sí, tal es el nivel de exitismo). Pero es preciso recordar que también había ilusión en Brasil 2021 y en Catar 2022, y fueron dos fracasos gordos. El escándalo del cabaret en Nueva York le echó más tierra encima.

Paraguay no jugó, pero el nuevo conductor -Daniel Garnero- genera ilusión, y le aparecieron algunos talentos como Diego Gómez, Julio Enciso, Ramón Sosa, tiene a Micky Almirón y Gustavo Gómez. Subirá. Y Venezuela sigue con buena salud. Se viene una Copa América espectacular.

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Días de selección

Jorge Barraza, columnista de La Razón

/ 24 de marzo de 2024 / 21:35

Doble fecha FIFA, la última “amistosa” antes de la Copa América y la Eurocopa. Todos los equipos buscan hacer dos partidos para ver dónde están parados, sobre todo aquellos que estrenan técnico como Brasil (Dorival Júnior), Chile (Gareca) y Perú (Fossati). O para quienes desean ver nuevos jugadores nacionalizados: Yeboah (Ecuador), Garnacho (Argentina), Sonne (Perú). Y para afinar o encontrar funcionamiento. Como siempre, hay puntos altos y bajos.

* Invicto. Colombia consiguió un magnífico triunfo ante España en Londres y agrandó su racha sin derrotas en la era Lorenzo. Es un equipo en constante crecimiento. Y mientras crece, gana. ¡Y a quien…! Ya bajó a tres campeones mundiales (Alemania, Brasil, España), el cuarto (Uruguay) se le escapó en la Eliminatoria cuando ya lo tenía en la bolsa, iban 91 minutos, ganaba 2-1 y sobrevino el empate celeste.

* Lorenzo. La prensa en Colombia no elogia al técnico Néstor Lorenzo, lo mantiene en observación. Lorenzo, un bajo perfil, es el tipo perfecto al que los medios apalearían. Y no pueden… Sus números son demoledores: 17 partidos, 12 victorias, 5 empates, 27 goles a favor, apenas 9 en contra. Único invicto en la Eliminatoria, con la clasificación encaminada.  Y sin grandes jugadores, sólo una superestrella -Luis Díaz-, y un ilustre al que el físico le da para medios partidos: James. No es la época abundante de los Valderrama, Freddy Rincón, Tren Valencia, Asprilla, Leonel Álvarez, Andrés Escobar… En ese tiempo, Colombia podía darse el lujo de tener en el banco a De Ávila, Valenciano y Aristizábal. Ahora corren vientos menos prolíficos. Pero, como siempre pensamos: ni la penicilina ni el ibuprofeno ni el Redoxón, el remedio perfecto para el alma es ganar. Y esta selección de Lorenzo cura, restablece.

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* Crack. Luis Díaz.¡Qué lindo jugador, Lucho…! Rápido, hábil, encarador. Está en el máximo nivel posible, en el Liverpool juega siempre, es titular y figura. Y en la Selección Colombia empieza a ser ese Luis Díaz. Es uno de los tres o cuatro latinoamericanos de mejor presente en Europa. Lo más importante de todo: es un jugador genuino, de cancha, no de redes sociales. Va a cien kilómetros por hora y lleva la pelota cortita, a centímetros (a lo Messi), lo que le da ventaja sobre los defensas, y amaga, frena, engancha, vuelve a amagar y a frenar y al final decide. Es maravilloso tener un delantero así. Vivian y Pedro Porro, los dos españoles que lo marcaron, están en un manicomio, los volvió locos.

* Nacionalizados. Yeboah marcó para Ecuador, el italiano Lapadula para Perú ante Nicaragua, Brereton dio un pase gol en Chile frente a Albania, Garnacho aportó su ímpetu en Argentina, Jair Reinoso su experiencia en Bolivia… Mateo Retegui, el muchacho de Boca y de Tigre, anotó los dos goles de Italia ante Venezuela. Es la hora de los naturalizados. Los técnicos buscan jugadores aprovechando todos los recursos que permite el reglamento.

* Ausencia. Argentina, sin Messi, lesionado, venció 3-0 a El Salvador en otro encuentro sin mayores dificultades. Es lo que prefiere Lionel Scaloni, su sabio conductor. Fuera de la competitividad de la Eliminatoria, elige rivales cómodos. Antes jugó con Indonesia, Australia, Curazao y Panamá. Deja el rigor máximo para los compromisos oficiales.

* Sequía. Los goles argentinos fueron de Cuti Romero, Enzo Fernández y Giovani Lo Celso. Lautaro Martínez, superfigura en Italia, lleva 15 partidos sin anotar con la Albiceleste, y Julián Álvarez 11. Cuando los delanteros tienen una serie tan negativa tal vez no sea un problema individual sino colectivo. Todos los goles argentinos son de los volantes o los defensas.

* Amistoso. Demasiado. Perú debía jugar el jueves ante Italia, pero desistió de hacerlo y enfrentó a Nicaragua. ¿La razón…? Era su debut y Jorge Fossati quería un rival indiscutiblemente débil para estrenarse con triunfo. Y ganó Perú 2 a 0 sin jugar bien. Arriesgarse a perder el primer día es malograr el inicio del proceso, piensan muchos. Aunque vale preguntarse: ¿ese enfrentamiento, para qué sirve…? Nicaragua es el 134 del mundo. El Chorri Palacios declaró hace un par de días: “Gareca no logró el recambio en Perú”. Pero es que Perú no produce jugadores. Sigue jugando Paolo Guerrero, ya cumplidos los 40 años. No parece lógico. Si no aparecen valores nuevos en los clubes, el técnico no los puede inventar. Formar juveniles no es su función.

* Goleada. Chile hizo lo mismo que Perú por el debut de Ricardo Gareca: eligió un contendiente accesible: Albania. Y ganó 3 a 0. Aunque aquí vale un reparo: Albania es uno de los 24 clasificados a la Eurocopa de junio en Alemania. “El rival era muy modesto, pero Chile jugó bien y marcó tres goles, que era su gran déficit: convertir”, dice Danilo Díaz, de ADN Radio Chile. El juego despertó entusiasmo en el país de Salas y Zamorano. Le ven un aire más ofensivo que con el seleccionador anterior, Eduardo Berizzo.

* Exigencia. Ecuador, con un equipo B, venció 2-0 a Guatemala (108 del Ránking Mundial), luego, con el A, cayó también 2-0 ante una Italia menos que discreta. Ecuador sigue teniendo fantásticos defensores, pero carece de delanteros. Dejó muchas dudas. No obstante, debido a su crecimiento de los últimos años, buena parte del público y del periodismo le pide al DT catalán Félix Sánchez ir a ganar la Copa América en Estados Unidos. O están muy seguros del potencial de su fútbol o reina un exitismo exagerado. Hay algunas otras selecciones a las que vencer para levantar la Copa como Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Chile, Paraguay, México, Estados Unidos…

* Aparición. El saldo favorable para la Tricolor fue el debut -con gol- de John Yeboah, el alemán-ghanés-ecuatoriano, que le otorga al entrenador una variante de ataque. Un punta interesante, físicamente óptimo, como la mayoría de los afrodescendientes, fuerte, veloz, eléctrico. Antes del minuto 8 abrió el marcador con un amague hacia afuera, enganche para adentro y bombazo de zurda, su pierna hábil. Con apenas 23 años y buenas perspectivas, en Ecuador esperan que cumpla tres partidos con la camiseta amarilla, como exige la FIFA, para que quede fijo como jugador ecuatoriano. Hasta no hacerlo, Alemania o Ghana podrían tentarlo para que se incorpore a ellos. Ya jugó un Mundial Sub-17 para Alemania. Habrá que seguir viéndolo, pero es una promesa.

* Completada. La grilla de la Copa América. Canadá y Costa Rica ganaron sus partidos a Trinidad y Tobago y Honduras y clasificaron a la Copa América 2024. Eran los dos equipos que faltaban. De los 16 participantes, ocho son mundialistas de Catar 2022. Canadá animará el juego inaugural ante Argentina.

* Candidato. Alemania sacó el brevet de favorito principal a ganar la Eurocopa de junio/julio, en la que será anfitrión. Aunque el resultado no lo diga (fue apenas 2-0) aplastó a Francia en Lyon. Superioridad total, llegadas al por mayor, buen fútbol y muchas individualidades brillantes, comenzando por Toni Kroos, que hacía su retorno a la selección después de tres años. Tanto hay para decir de esta Alemania de Julian Nagelsmann que ameritaría columna aparte. La joya del Leverkusen -Florian Wirtz- anotó un gol sensacional a los 7 segundos. Tener a dos chicos de 20 y 21 años como Wirtz y Musiala le puede dar a Alemania un título grande. Esta Eurocopa o algo más…

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