Mundial 2026: más partidos, menos estrellas
Imagen: Oswaldo
Jorge Barraza, columnista de La Razón
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Nace una nueva era mundialista, un antes y un después. Habrá muchos cambios en la Copa del Mundo 2026, todo ha sido ampliado. Cada vez hay menos cracks, pero más y más competencias, partidos y viajes. Y los torneos que ya estaban se agrandan. Ejemplo: la Copa Toyota/Copa Intercontinental era una especie de Mundial de Clubes a un solo enfrentamiento en Japón, a partir de 2025 lo jugarán 32 equipos y abarcará 64 partidos. La Copa Libertadores nació en 1960 con 13 cotejos, la actual se compone de 155. Así todo. A ello deben añadirse los nuevos campeonatos y copas que se han creado. Todo ha crecido exponencialmente, aunque el año sigue teniendo doce meses.
El Mundial de 1970 contó con Beckenbauer, Müller, Uwe Seeler, Pelé, Tostao, Jairzinho, Gerson, Rivelino, Gigi Riva, Mazzola, Gianni Rivera, Teófilo Cubillas, Sotil, Chumpitaz, Bobby Charlton, Bobby Moore, Gordon Banks, Mazurkiewicz, Pedro Rocha, Lev Yashin… Muchas estrellas. Y eran 16 selecciones. Ahora serán 48 y apenas podemos calificar de tales a Mbappé, Haaland (si va, porque no clasifica seguido con Noruega), Bellingham… Hay escasez de luminarias. Por eso, millones hacen fuerza para que estén Messi y Cristiano Ronaldo, pero uno tendrá 39 años y el otro 41. Leo ha dicho que Qatar 2022 fue su última Copa del Mundo.
La Copa Mundial México/Estados Unidos/Canadá 2026 la animarán 48 equipos distribuidos en 12 grupos de 4 cada uno. Primero y segundo de cada zona más los 8 mejores terceros clasificarán a dieciseisavos de final. Esta es una instancia nueva que se crea, y hará que el campeón deba jugar 8 partidos en lugar de 7, como hasta ahora. De dieciseisavos hasta la final serán enfrentamientos eliminatorios. La pelota comenzará a rodar el jueves 11 de junio y el pitazo final del Mundial será el domingo 19 de julio. De esos 39 días, en 34 habrá futbol, sólo en cinco se descansará.
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Se perderá por completo la característica de Qatar 2022, que reunió a las 32 selecciones y a los millones de hinchas en una sola urbe: Doha. Eso generó un clima maravilloso, irrepetible. Uno se encontraba en la calle, en el metro, en los bares, en los estadios con los visitantes de todo el mundo. La atmósfera era fantástica. En el caso de Canadá, EE.UU. y México las distancias son enormes, generando incomodidad y gastos inasumibles para los aficionados, además de cansancio para los equipos, como pasó en el Mundial ‘94. Para mitigar en parte los traslados, la FIFA dividió el mapa del torneo en tres zonas geográficas cuestión mover lo menos posible a los participantes.
Como novedad histórica, una ciudad y un estadio albergarán por tercera vez el partido inaugural: son México y el Azteca, que ya levantaron el telón en 1970 (México 0 – Unión Soviética 0, partido aburridísimo) y 1986 (Bulgaria 1 – Italia 1). El escenario de la final será el Metlife Stadium de New Jersey. El Metlife sustituyó al célebre Giants Stadium, donde jugaba el Cosmos en tiempos de Pelé y Beckenbauer. El de los Gigantes fue demolido y en lo que era su playa de estacionamiento se edificó el nuevo, inaugurado en 2010. No obstante, para el Mundial el Metlife deberá ceder su nombre, pues FIFA no permite lo que llama “publicidades parasitarias”. Lo mismo ocurrirá en México. El Azteca seguirá llamándose Azteca, pero el estadio Akron, de Guadalajara y el BBVA, de Monterrey, no podrán utilizar esa denominación entre junio y julio de 2026. «La publicidad parasitaria trata de aprovecharse del fondo de comercio, del gran interés y la popularidad del fútbol y de la buena imagen de los torneos de la FIFA, sin contribuir a su organización», explica la entidad de Zúrich en su página de Internet.
“Se creía que el partido definitorio sería en Dallas: buena ubicación geográfica y estadio techado, que es el tema clave porque en julio en Nueva York o bien puede llover fuerte o haber un calor intolerable. Eso generó cierta polémica”, comenta José Luis Pierrend, colega peruano residente en Arizona. No obstante, Dallas recibió un premio gordo: será la subsede con mayor cantidad de compromisos: nueve.
Estados Unidos hospedará 78 cotejos del certamen, México 13 y Canadá otros 13. Los tres ya están clasificados como anfitriones. Podrían quedar eliminados en la fase de grupos, pero jugarán al menos tres encuentros ante su público. Toda la información de la Copa 2026 fue difundida por FIFA en un evento realizado en Miami, liderado por Gianni Infantino y al que asistieron Mario Kempes, Cafú, Teófilo Cubillas y otras estrellas futbolísticas. “No obstante, la prensa aquí en Estados Unidos no le dio mayor cobertura. Fue la semana previa al Super Bowl y no se habló de otra cosa”, agrega Pierrend. “No fue un buen momento para hacer este anuncio, los medios casi lo ignoraron. Aquí todo el mundo sigue revolucionado por Messi, la gente usa su camiseta y a muchos les parece increíble que viva aquí, eso ayuda a que el fútbol esté presente, pero en el resto del país pasó inadvertido el tema del Mundial”, corrobora Johani Ponce, periodista venezolana radicada en Miami.
Dieciséis ciudades albergarán la Copa (récord), 11 de Estados Unidos, 3 de México y 2 de Canadá. Aunque no nos agrade semejante dispersión, los futboleros deberemos acostumbrarnos; las exigencias de la FIFA son tan altas que en adelante los Mundiales deberán repartirse en varios países y localidades. Salvo cuando aparezca un estado archimillonario como Arabia Saudita, que puede tirar cien mil millones de dólares para darse el gusto de hacerlo solo. Hubo ciudades como Montreal y Chicago que renunciaron a ser sede por el altísimo dispendio que suponía para los ciudadanos. “Entendemos que la decisión de no apoyar a Montreal como sede de algunos partidos de la Copa del Mundo puede ser decepcionante para la ciudad y los aficionados al soccer”, declaró la Ministra de Turismo de Quebec, Caroline Proulx. “Hubiéramos estado felices y también listos para acoger el Mundial 2026 en Montreal, pero el alto costo del evento se ha vuelto difícil de justificar para los contribuyentes”. Algo similar esgrimió el alcalde de Chicago. Y en México, algunas ciudades que deseaban participar del torneo se retiraron temprano de la idea.
En México, la noticia del reparto de partidos fue agridulce. “Por un lado, los medios exhibieron orgullo porque el Azteca recibirá por tercera vez la inauguración de un Mundial, pero por el otro hubo sabor a poco con los trece partidos que Estados Unidos ‘le deja tener’ a México. Igual, hay conciencia plena de que el país actualmente no está en condiciones de hospedar un Mundial completo, son otras épocas”, dice Marcelo Assaf, periodista argentino con asiento en el Distrito Federal.
No hay que temer a los cambios. Cuando se pasó de 24 a 32 equipos llovieron críticas, pero no fue malo y más selecciones no tradicionales pudieron acceder a la megafiesta deportiva que es la Copa del Mundo. No obstante, 48 parece un número demasiado grande. Ya se puede decir que habrá récord de todo: de goles, de público, de ciudades.
“Nueva York recibirá la final del Mundial, que será el partido más importante de la historia del fútbol”, declaró, grandilocuente, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Veremos… Aunque sí será un Mundial revolucionario. Por todo.
(18/02/2024)